Cristian Silva Potellá: Luchemos por las universidades autónomas venezolanas

Cristian Silva Potellá: Luchemos por las universidades autónomas venezolanas

 

Un grupo de delincuentes -supuestamente estudiantes- apoyados por el Gobernador del estado Sucre y el Alcalde de Cumaná, tienen secuestrado el edificio sede del Rectorado de la Universidad de Oriente, UDO, ubicado en la avenida Gran Mariscal de la capital sucrense.





Antes de este episodio fueron desvalijadas y técnicamente destruidas las instalaciones de Cerro Colorado. Lugar al suroeste de Cumaná donde se encuentra el complejo educativo de la universidad con sus diferentes escuelas, laboratorios de ciencias, biología marina, el Decanato. Centro Sismológico de Oriente así como galpones de mantenimiento, comedor, entre otras instalaciones.

Fue una sistemática destrucción con robos de equipos científicos, cables, compresores de aire acondicionado; puertas, ventanas, sanitarios, tuberías, repuestos de vehículos, cauchos y cualquier otro objeto de valor. Y todo amparado por fuerzas policiales, militares y otros cuerpos de seguridad por cuanto se les notificó en forma oportuna solicitándoles encarecidamente apoyo y protección, pero se hicieron los desentendidos.

Ahora el teatro de operaciones se ha trasladado al edificio donde despacha la rectora y altas autoridades administrativas con la intención de desaparecer la primera casa de estudios superiores del oriente del país.

Si nos quedamos callados o estáticos sin activar la protesta desaparecerán la UDO; pero luego vendrán por las otras universidades autónomas como la Central de Venezuela (UCV), de Carabobo (UC), Los Andes (ULA), y la del Zulia (LUZ).

Ha sido una política de destrucción bien planificada con “premeditación y alevosía” comenzando con recortes progresivos al presupuesto. Limitando sus posibilidades de cumplir compromisos salariales, mantenimiento de estructuras, equipos, servicios estudiantiles y adquisición de materiales para laboratorios.

Al régimen retrógrado esclavizador de Venezuela le duele que las universidades autónomas formen ciudadanos críticos, verdaderos y competentes profesionales, científicos. A tal grado que muchos de sus egresados ocupan posiciones relevantes en instituciones como la NASA, así como en corporaciones transnacionales de prestigio en países desarrollados, de primer mundo.

En contraste con los egresados de las “universidades bolivarianas”, sobre quienes existen serias dudas sobre su experticia, por cuanto son médicos pero no curan; abogados, y no resuelven satisfactoriamente situaciones legales; y también son profesores que no forman y desconocen el difícil arte de impartir conocimientos.

Solo son expertos en difundir la ideología del comunismo y socialismo. Es esa su verdadera especialidad en la cual aspiran convertir la UDO.

La Universidad de Oriente tiene presencia en el 52.5% del territorio nacional a través de escuelas, núcleos, dependencias, y extensiones en los estados Sucre, Monagas, Delta Amacuro, Nueva Esparta, Anzoátegui y Bolívar.

Se intenta deshonrar la majestad del conocimiento universal, crítico, liberador y emprendedor, para poder cumplir con el libreto cubano de usurpación de la educación como un instrumento de dominación y esclavitud de los pueblos.

En Cumaná y el resto de los estados orientales, en la región central, en los andes, los llanos, en el occidente, así como en la capital, en fin, en toda Venezuela debe emerger un gran muro de contención para frenar las pretensiones hegemónicas de un régimen dictatorial destructor de futuro, progreso y esperanza.

No te hagas cómplice de la destrucción de tu país… ¡actúa, protesta!

Finalizo expresando en lo personal y desde Unidad Visión Venezuela, nuestra solidaridad con los diputados a la Asamblea Nacional perseguidos del Sebin por órdenes de Maduro en su desespero ante la inevitable pérdida del poder. Igualmente nuestro apoyo moral al pueblo zuliano, a la junta directiva, accionistas, periodistas y todo el personal del diario Panorama, obligado a suspender su versión impresa. Mucha fuerza, fe y esperanza, que nada dura para siempre.