Cristian Silva Potellá: ¡Cese el maltrato a la tercera edad!

Cristian Silva Potellá: ¡Cese el maltrato a la tercera edad!

Cada día vemos el surgimiento de fundaciones cuya misión principal es velar por el cuido y maltrato de los animales, especialmente perros y gatos, pero muy pocas -por no decir ninguna- se dedican a proporcionarle alimentos, medicinas, ayuda espiritual, emocional, compañía, a personas comprendidas en el rango etario de 60 años en adelante.

Al parecer en Venezuela los perros y gatos pasan a ser más importantes que los humanos cuando caen en la desgracia de llegar a una edad adulta. Los viejos venezolanos están condenados a padecer una vida indigna. No son merecedores de respeto, sino seres despreciables y sin ningún valor.

Si usted llega a viejo sin dinero (limpio), sin familia, sin títulos académicos, sin casa y otras propiedades; sin pensión…prepárese a padecer grandes penurias. Al extremo que muchos abuelitos (término despectivo aplicado a los adultos mayores) prefieren la eutanasia o el suicidio y no exponerse a la humillación y desprecio de la sociedad venezolana, con excepciones, por supuesto.

Ser hombre con “cabello blanco” en la Venezuela de Bolívar, equivale a ser visto como un ciudadano merecedor de cierta lastima. Mientras el famoso Festival de San Remo, en Italia, -la octava potencia mundial- fue animado, al menos este año 2019, por presentadores, hombres y mujeres muy adultos. Algo inimaginable en nuestro país.

Claro, la diferencia está, cuando el genovés Cristóbal Colón, hace un poquito más de 500 años buscaba financiamiento para su hazaña interoceánica, los Italianos ya tenían más de 3.000 años de historia.

Recientemente el Presidente de la corporación automotriz FIAT cumplió 80 años de edad y cuando le preguntaron por su agenda de ese día risueñamente contestó: “trabajar 12 o 14 horas diarias como es mi costumbre”.

Mientras nosotros continuamos poseídos por la mentalidad del aborigen americano, aunque en esta época ya no vivamos en caneyes de palma ni dormimos en chinchorros de moriche; pero la mentalidad es casi la misma; no hemos evolucionado mucho sobre el particular.

El patrón cultural nuestro es que una persona mayor a 50 años ya no sirve para mucho y el expresidente Rafael Caldera ayudó con la siembre de esa matriz de opinión.

En la ciudad de Cumaná, estado Sucre, donde resido, viví una experiencia sobre el particular. En la conformación de Comités por la Ayuda y Libertad escuché la frase: “mejor no incluyan a viejos que ni siquiera pueden moverse a visitar sus vecinos”.

Pero con las descomunales marchas que se han dado en todo el país en medio de la “Operación Libertad” quedó evidenciada la necesidad de ayudarnos y complementarnos, independiente de las edades, sexo, condición social, política, económica o cultural.

Es necesario eliminar la crueldad del actual régimen respecto a los pensionados que los obliga a colas donde muchos se desmayan. Mientras otros duermen frente las puertas de bancos para luego entregarles ahora 40.000 bolívares; cantidad muy insuficiente para comprar la medicina más económica ni tampoco alcanza para un día de alimentación completa.

vivzla@gmail.com

@visionvenezuela

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