De quien lea estas letras espero comprensión para evitar confusiones: Este artículo no es ni pretende ser lo que opinadores enfermos de soberbia llaman “carta abierta”.
Tiempo perdido es escribir para quien no quiere leer consejos nunca pedidos y por tanto aclaro que estas letras se escriben pensando en los lectores antes que en el ciudadano Juan Guaidó.
Tampoco intento evacuar algo personal porque apartando que el Presidente de la A. N. más bien me mueve a solidarizarme en su tragedia… conozco peores personas que el obispo del Táchira.
Entonces queda claro que estas reflexiones son para el lector común más que para quien no puede tener tiempo para leer porque entre presentaciones ante auditorios donde la gente aplaude a quien reta, apoyado por una conspiración bien organizada, a un Presidente que ha llevado a nuestra sociedad hasta los niveles de miseria donde convive la inmoralidad, y, donde otra gente se le acerca al joven Guaidó munidos cada uno de currículos aliñados, a ver si más adelante la pegan.
Ciertamente es comprensible que quien se proponga como Presidente alternativo a un gobierno que como las evidencias indican ha fracasado rotundamente en llevar paz y prosperidad a la sociedad, pero que el nivel de vida del venezolano se va al piso, lleva veinte años preparando escenarios que le permitan conservar el poder en circunstancias de ruina económica, física y moral que augurarían la pérdida de cualquier elección… no tendrá tiempo para leer o escuchar con detenimiento cosas distintas a las originadas en la conspiración que dirige el golpe que más atribuible es a la lógica reacción de un pueblo que se entera de los mega robos de individuos tipo Gorrín, Andrade y otros… mientras la miseria y el hambre avanzan.
Sin embargo remedando aquella novela de Orwell donde se planteaba que “Todos los animales son iguales, pero algunos animales son más iguales que otros”… es posible que algunas recomendaciones a Juan Guaidó nunca sean leídas… pero otras seguro que serán escuchadas. Sobre todo si vienen por mensaje emanado de la voz… de un obispo.
A Juan le debió llegar un extraño sermón vía mensaje de voz sospechosamente hecho viral, donde Monseñor Mario Moronta hace de locutor de su sin duda currículo “a ser tomado en cuenta cuando el destinatario llegue a Miraflores”.
Al reconocer la voz me puse en guardia y confieso que no fue en vano.
Mario Moronta es uno de hombres más inteligentes de nuestra Iglesia pero también me recuerda aquella frase del Libertador sobre “el talento sin probidad”.
El extraño rezo del obispo, leído en Tiempo Ordinario, es una burla a Nuestro Señor Jesucristo cuando el galileo mayor predicó con el ejemplo aquel pasaje que nos recuerda a los católicos que política y religión deben ir separadas.
En el mensaje de voz que hace las veces del currículo entregado para optar favores más adelante, el obispo que hasta hace nada era considerado chavista y como tal gestionaba favores, salta la talanquera y anuncia profecías a cumplirse en nuestro país, no en Canaán, Palestina o Israel. Anuncia heréticamente la llegada de Juan Guaidó cual segunda venida al mundo de Jesús de Nazaret… solo porque el Presidente de la Asamblea Nacional por dos años no tiene la edad de Cristo… al ser crucificado… detalle que Monseñor olvidó añadir a su sermón.
En materia de opinión y cambios de chaqueta es libre de hacer lo que considere conveniente… como cualquiera. Opinar sobre política generalmente no es materia de dogmática religiosa.
Sí, pero cuando un obispo quiere pasarse de vivo tras veinte años de evidente colaboracionismo… cada quien es libre de opinar. Y así lo hago.
En lo que respecta al destinatario del extraño sermón de Monseñor solo aclaro que Juan Guaidó es libre de aceptar en un futuro, aún poco claro gobierno, las recomendaciones de Mario Moronta… como lo hicieron los chavistas durante casi dos décadas.
Pero si un hipotético gobierno de Guaidó se va a conformar con enchufados sugeridos por curas politiqueros que han puesto en el pasado reciente su grano de arena, junto a otros personajes tipo Gorrín, Andrade y otros… cuyas andanzas explican más que la guerra económica de Míster Trump… el estado miserable que es el día a día de los venezolanos… que se deje en ese caso de ofrecer el Presidente de la A. N. cambios que poco o nada se ven en los nombramientos de embajadores que han anunciado.
Un gobierno formado por esos reclutadores que bien deberían estar en Tocorón solo cambiaría los nombres del malandraje rojiverde que pronto le darán palo a la piñata… pavimentando el regreso del chavismo al poder.
No digan que no se puso aviso.