¡Cuidado con una repetición del bloqueo!, por Federico Boccanera

¡Cuidado con una repetición del bloqueo!, por Federico Boccanera

 

Algunas veces este servidor, no sabe qué pensar. Me pasa a menudo porque pareciera que no hay manera que se entienda el tipo de enemigo, contra el cual estamos luchando.





Por Federico Boccanera

Con lo que eufemísticamente se llama la “oposición a Maduro”, hace tiempo tiré la toalla, para finalmente entender no solo en qué consiste, sino su “consistencia”.

En cambio con la primera oposición a Nicolás Maduro en el exterior, o sea con la oposición representada por los EEUU, y más específicamente por Donald Trump, opté por esperar, dada la naturaleza del personaje, y sus posiciones algo impredecibles en política exterior.

La política exterior de Trump parece definitivamente secuestrada por ese sector que en los EE.UU. se conoce como los “neocon”, los “policías del mundo en nombre de la democracia”, lo cual ha llevado a desastres como el de Irak. En todo caso, no es objetivo de este artículo, ilustrar sobre la historia de esta importante tendencia política, los invito a investigar.

Pero Trump no me parecía un “neocon”, más bien todo lo contrario, lo veía poco dado al intervencionismo, simpatizante (aunque no militante) del aislacionismo, y en todo caso inclinado a actuar internacionalmente, no tanto por el deseo de exportar “valores americanos”, sino sobre la base de ciertos intereses “materiales”, sobre todo negocios.

Pero en el caso de Venezuela, Trump parece un rehén de este grupo: Bolton, Pompeo, Rubio, y el nombramiento de Elliott Abrams, personaje con un historial más que discutible (que incluso fue opositor de Trump durante su campaña precisamente porque no parecía un “neocon”) parece una confirmación.

A Donald Trump le agradecí muchas cosas en su momento, durante su campaña presidencial, denunció con alentadora frecuencia la situación en Venezuela -hasta algunos llegaron a hablar de obsesión- y a poco de llegar a la Casa Blanca, sancionó con gran acierto, al personaje más siniestro y peligroso del régimen, Tareck el Aissami, algo que saludé con entusiasmo, en un artículo que se llamaba “Tareck el Trumpeado”, escrito a dos manos con nuestra colaboradora, Aura Palermo.
Todo parecía bien, hasta que comenzó la epopeya de Juan Guaidó, sobre la cual ya expresé mi parecer, en mi artículo anterior.

Antes que nada, me preocupa la posibilidad de una intervención armada, tal como se está planteando, la considero prematura e imprudente, la considero una jugada en extremo peligrosa, una operación semejante no puede ser de coalición forzada, no puede ser precipitada, y sobre todo debe esperar por Colombia y Brasil, países que se van a encontrar pasando por tramites nada fáciles, esto también lo expliqué un poco en mi artículo anterior, y prometo extenderme más, en un eventual “artículo especial”, en el futuro.

Pero lo que más me preocupa, es el asunto de las sanciones comerciales, desde luego, los EE.UU. no son los únicos que las van a aplicar, hay otros países, comenzando por los de la Unión Europea que las van a aplicar también, si Maduro no responde a las exigencias.

Pero me preocupa especialmente el rigor sancionatorio de los EEUU, por una razón: podrían estar incurriendo en un error histórico, el error “epocal”, que espera el enemigo.

Hablo de la conversión de este conjunto extremo de sanciones, en el “bloqueo”.

El bloqueo, sería la justificación perfecta que necesita Maduro, para pedir ayuda humanitaria. Recuerden que Fidel Castro era maestro de las crisis, y Maduro es un producto perfectamente acabado del castrismo, un ejecutor a sangre fría muy bien preparado, que conoce la arena internacional, y no ha perdido ocasión para permanecer en contacto con todos sus aliados, algo que ha cuidado mucho, y sus incontables viajes dan cuenta de esto.

“El burro”, el “maburro” siempre subestimado, cuando no objeto de burla.

¿Quiénes podrían responder al pedido de ayuda? México, Uruguay, podrían estar de primeros, ya tienen intereses establecidos, y hablo de ellos por ser latinoamericanos, son de paso países con bastante “simpatía” en el continente ¡y que casualidad! ya se han ofrecido como mediadores.

¿Alguien se atrevería a bloquear esta ayuda humanitaria entre países “hermanos”?

¿Algún país latinoamericano, podría ponerse en el plan de impedir el desembarco de una ayuda pedida por Maduro, con tan plena “justificación”? Recuerden que en latinoamérica el sentimiento antiestadounidense, es fuerte, es persistente, es mayoritario, y con Trump se ha exaltado.

¿Los “gringos” impidiendo la ayuda?

El escándalo mundial.

Desde luego los EEUU podrían extorsionar, podrían presionar a Uruguay por ejemplo. ¿Pero podrían hacerlo con México?

¿AMLO se echaría para atrás? ¿o sea, se alinearía con Trump, con el del muro? Averigüen un poco sobre la popularidad de Trump en México.

Cuidado y Trump, les construye el otro muro histórico…

El muro que necesitan ambos, por cierto.