La relación petrolera de Venezuela con EEUU es simbiótica, pero podría desaparecer

La relación petrolera de Venezuela con EEUU es simbiótica, pero podría desaparecer

 

La continuación del colapso de la producción petrolera de Venezuela o una posibles medidas de la administración Trump que limiten su compra a los refinadores de EEUU podría causar ondas expansivas en el negocio petrolero de EEUU y Venezuela





Por DMB | lapatilla.com

Las refinerías ubicadas en la Costa del Golfo suman una impresionante capacidad de refinar 14 millones de barriles diarios de crudos, la región con mayor capacidad de refinación de EEUU y del planeta.

Venezuela exporta unos 500 mil barriles diarios de petróleo refinerías ubicadas en EEUU, principalmente a las ubicadas en la Costa del Golfo de México. Cinco refinadoras de esa región son altamente dependientes de crudos pesados, como el que les suministra Venezuela. Son ellas Citgo, Phillips 66, Valero, PBF Energy y Chevron.

 

 

 

Durante el año 2018 Pdvsa hizo enormes esfuerzos por vender la mayor cantidad de su producción de crudos y productos al mercado de EEUU, donde esas empresas realizan los pagos de sus compras en lapsos menores a 30 días. No así otros clientes de Pdvsa, como China o Rusia, que contabilizan los envíos como amortizaciones a las deudas, sin pago en efectivo.

Mientras tanto, los Estados Unidos envían grandes cantidades de nafta a Venezuela que Pdvsa utiliza para diluir su petróleo extra pesado para su exportación a todo el mundo. También envían petroleo liviano a instalaciones de Pdvsa en El Caribe y componentes para la formulación de combustibles en las refinerías nacionales.

 

 

Durante el año 2018, Venezuela falló en varias oportunidades en sus envíos de crudos y productos a sus clientes en EEUU, por problemas en los mejoradores de los crudos de la Faja, en equipos de despacho en muelles, problemas de calidad, también por falta de nafta como insumo para el DCO, entre otros. También afectó el embargo judicial a tres de sus instalaciones en El Caribe por una deuda impaga derivada de un laudo arbitral.

Como respuesta, los refinadores han estado sustituyendo el crudo de Venezuela con pesados de Canadá, del propio EEUU como el Mars y con el Azteca de México.

Por otro lado, Canadá continúa a paso redoblado la construcción de un poliducto que superaría el cuello de botella de sus crudos pesados que supone el envío por trenes y camiones a la refinerías de la Costa del Golfo.

Durante ´décadas, la relación energética de Venezuela y EEUU resultó simbiótica. Ahora el colapso de la producción nacional de crudos y la ideologización de esas relaciones, podría poner fin a esa condición (lapatilla.com)