En un mes Claudia Patricia Díaz Guillén, exenfermera del fallecido Hugo Chávez, ha concedido cuatro entrevistas a medios en España. En todas insiste en que será “torturada” si regresa a Venezuela y que con el pedido de extradición sufre una “persecución política”. Pero en el discurso de Díaz también hay incongruencias. En especial sobre cómo creció su patrimonio.
En apenas un mes Claudia Patricia Díaz Guillén, quien fuera enfermera personal del fallecido presidente Hugo Chávez, tesorera de Venezuela y responsable del Fondo para el Desarrollo Nacional (Fonden), ha concedido cuatro entrevistas a medios de comunicación en España: El Confidencial, agencia EFE, BBC en español y El Mundo. En todas insiste en tres temas que ya relató su abogado, Ismael Oliver Romero, al diario ALnavío en octubre:
Que Díaz está sufriendo una “persecución política”. Que si finalmente España la extradita, será “torturada” en Venezuela. Y que llegarán “hasta el final” para evitar la extradición.
Pero en las entrevistas Díaz también habla de cómo creció su patrimonio y el de su marido, Adrián Velásquez Figueroa (quien fuera miembro de la Guardia Presidencial de Chávez). Y aquí hay cosas que no cuadran.
La Justicia venezolana reclama a Díaz Guillén y a su marido por presuntos delitos de blanqueo de capitales vinculados a los Panamá Papers. La Audiencia Nacional de España dio el visto bueno a ambas extradiciones. La defensa del matrimonio ya recurrió los fallos. Según el diario El Mundo, la Audiencia Nacional amplió la fase de instrucción sobre el caso de Díaz y su marido hasta el 24 de octubre de 2019. Esto les da la seguridad de que vivirán un año más en España.
Díaz ejerció como tesorera nacional entre 2011 y abril de 2013, un mes después de la muerte de Chávez. La exenfermera dijo al diario El Mundo que no recordaba cuánto cobraba. De lo que sí estaba segura es que era una “muy importante cantidad de dinero, más que suficiente para cubrir mis necesidades”, apuntó.
Dijo que le pagaban en dólares y que hizo más de “500 comisiones al exterior”. Imagínense. Si cada viaje duraba al menos dos días, ¿pasó Díaz los dos años de su cargo como alta funcionaria para asuntos económicos ejerciendo desde el exterior?
Estos viajes también incluían dietas. “Pero no gastaba nada de esos dólares”, dijo a El Confidencial. ¿Todo lo ahorraba? ¿No comía? ¿No dormía? ¿No compraba ni siquiera una chocolatina?
También afirmó que con su sueldo adquirió un apartamento en una zona popular de Caracas (otros dos estudios los compró con su marido, también en Caracas). En esa época una vivienda de ese tipo en la capital de Venezuela podría costar unos 200.000 dólares.
Pero volvamos a las dietas, ¿cuántos dólares pudo acumular por dietas de viajes? Si ingresaba en torno a 500 dólares de dietas al día y por viaje, multiplicado por las 500 comisiones al exterior que dijo hacer y por una media de 2 días que durasen los viajes, el resultado es de 500.000 dólares.
Una cifra muy lejana de los 2 millones de dólares (1,8 millones de euros) que le costó al matrimonio una vivienda en el centro de Madrid. Una casa en la que según El Confidencial Díaz vive con su marido, su hijo, la madre de Díaz y los padres de Velásquez. Por cierto, la Fiscalía española investiga la presunta procedencia ilícita del dinero con el que el matrimonio adquirió esta propiedad, según información de El Mundo.
Y si les costó esos 2 millones de dólares, ¿a cuánto ascenderá el mantenimiento? ¿Cuántas habitaciones y baños tendrá esa casa? ¿En qué barrio céntrico de Madrid estará ubicada? ¿En el barrio de Salamanca? ¿En el de Chamberí? ¿En la parte baja del barrio de Chueca? ¿Hacia El Retiro? Todas zonas que sólo se pueden permitir los que tienen una situación financiera acomodada. Y eso que, según el diario El Mundo, a la exenfermera no le gusta hablar de que tiene “una fortuna”.
Eso sí, de unos datos no se acuerda y de otros sí. A la pregunta de El Mundo sobre si podía cuantificar sus ahorros dijo que con la devaluación se convirtieron en cinco dólares o cinco euros. También repitió a todos los medios que no es una mera enfermera, que está formada, muy formada. Que estudió Derecho, Derecho Económico Internacional, que cuenta con una maestría en Finanzas y también que ejerció de militar, aunque ahora está retirada.
¿Una gestión impecable?
En las entrevistas a los medios españoles, Díaz cuenta que trabajó 8 años como enfermera de Hugo Chávez. Se desligó “completamente de las funciones de enfermería” en 2011 (año en que se le detecta el cáncer a Chávez). De ahí pasa a ser la responsable de la Oficina Nacional del Tesoro, cargo que ejerció dos años, compatibilizándolo con el de secretaria ejecutiva del Fonden.
En ambos puestos de alta responsabilidad económica recibía órdenes directamente del ministro de Finanzas, Jorge Giordani. Y siempre “apegadas a la ley”, subraya Díaz. En la entrevista con EFE describe a Giordani como “una persona honesta”.
Díaz añade que la cesaron de ambos cargos en abril de 2013 (un mes después de fallecer Chávez), que toda su gestión fue auditada por firmas internacionales como Deloitte y que no se observó ningún daño al patrimonio.
En la entrevista con el diario El Confidencial Díaz subraya que su gestión y la de Giordani fueron impecables al mando de la supervisión de las arcas públicas de Venezuela. Habla de los años 2011 y 2012 y de enero a abril de 2013.
En ese periodo la economía del país nadaba en la abundancia por los altos precios del petróleo y generaba un gran excedente de divisas que Chávez quiso reinvertir en mejorar las infraestructuras del país. Pero ¿dónde están las infraestructuras prometidas? ¿Y el abastecimiento de electricidad? ¿Y de agua? ¿Y de transporte…?
Cabe recordar que en 2016 Giordani solicitó abrir una investigación penal para rastrear el destino de unos 300.000 millones de dólares de ingresos petroleros que habrían sido malversados en la última década, a través del control de cambios del país.
“¿Cómo es posible que yo esté perseguida y Giordani no?”, se pregunta la exenfermera
Y hablando de Giordani, “cuando me cesan, inmediatamente lo cesan a él [Giordani]. Las mismas cuentas que se presentaron en mi acta, son las mismas que se presentan en su acta. ¿Cómo es posible que yo esté perseguida y él no?”, se pregunta la exenfermera en la entrevista a EFE.
Pero quizá la respuesta a esa pregunta esté en que el ministro Giordani no se compró una vivienda en Madrid por 2 millones de dólares.
O bien la respuesta esté en que el ministro Giordani tampoco creó compañías en Panamá, cómo sí lo hizo el marido de Díaz, Velásquez.
Según la orden de detención de la Justicia venezolana, el marido de Díaz es titular de nueve empresas en Panamá. La exenfermera rebaja la cifra a dos sociedades, “lo cual no es un delito”, subraya en la entrevista con BBC. No es ilegal, pero ¿es ético viniendo de altos funcionarios? Otra pregunta más que se suma a la lista.
Y una más, por ejemplo: ¿cómo un guardaespaldas (Velásquez) se convierte de súbito en un empresario de éxito? Díaz argumenta que su marido decidió crear esas sociedades en Panamá “para preservar el patrimonio y por las diferentes fluctuaciones cambiarias”. Explica que Velásquez tenía una empresa en Venezuela de contrataciones nacionales e internacionales “y por este motivo se vio obligado a crear una empresa en Panamá”. Pero ¿esto es ético? ¿Con quién contrataba Velásquez? ¿Con el Estado? No es ético después de haber trabajado entre 2008 y 2012 como miembro de la Guardia Presidencial y estar casado con la exenfermera de Chávez y tesorera nacional.
Díaz añade que el capital del matrimonio es lícito: “Nuestro patrimonio viene de que mi esposo ha sido un empresario desde mucho antes de conocerlo yo, un empresario que ha tenido éxito”, dijo a la BBC.
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