Domingo Alberto Rangel: Aquí no hay carne

Domingo Alberto Rangel: Aquí no hay carne

Domingo Alberto Rangel @DomingoAlbertoR

Toda regla tiene su excepción y ni siquiera los programas de televisión se escapan a esta apreciación.

En tal sentido este domingo los invitados que tuvieron Carlos Croes y José Vicente Rangel en Televen pudieron distinguirse de la media que generalmente se compone de políticos repetidores de lugares comunes y mentiras inútiles. Hablaron libres de ataduras.

Croes comenzó con el Superior de los jesuitas en la Provincia de Venezuela, quien dejó en evidencia los errores de la Conferencia Episcopal cuyos miembros a menudo son invitados a este programa para repetir el mismo ritornelo de quejas que los políticos de la oposición usualmente hacen… sin ofrecer alternativas al socialismo del siglo XXI que es la base de los males actuales.





El jesuita estuvo excelente: En vez de jugar al político hizo de guía espiritual que tanta falta hace que es el papel de un sacerdote. No cayó en las celadas del entrevistador y cuando Croes le preguntó hecho el loco “¿padre, aquí hay mafias?”… el cura sin meterse en los avatares de la política contestó que mafias hay en todo el mundo, unas muy pequeñas, otras grandes… explicó que los pranes son ejemplo de mentalidad mafiosa pero que ese mal del espíritu, que lleva a pensar solo en el propio bienestar, sin medir daños a los demás, lo puede tener desde una gran institución hasta un individuo solitario.

El vicepresidente de Fedecamaras estuvo más claro que los políticos a la hora de exponer sus quejas ante Carlos Croes. Sin embargo a mi juicio dejó ver el tramojo cuando cayó en la trampa del vicepresidente de Televen que le preguntó si lo habían invitado al viaje a la China y contestó cual niño desdeñado perdiendo la oportunidad para hacer ver que en las actuales condiciones es prácticamente imposible exportar nada y menos a un país del tamaño de la China.

Pudo decir que mejor que viajar gratis porque no tenemos mucho para exportar, sería que el gobierno de Madura deje trabajar al empresariado, importar y exportar libremente, a cambio de dar empleo decente y pagar impuestos del mismo talante. Que la economía fluya.

No lo hizo y el invitado de J. V. Rangel menos porque el almirante en jefe Remigio Ceballos no tenía que jugar ese rol. Sin embargo el militar explicó mejor que los hermanos Rodríguez la guerra económica y el papel que la FANB tendrá si se produce una invasión.

Los tres invitados llenaron el espacio de los políticos a quienes creo que nadie echó de menos, lo cual revela el deterioro de esta profesión en nuestro país que requiere tantos cambios y no solo en lo institucional.

Es que en cuanto a lo personal nuestra Venezuela requiere que otros, con distinta perspectiva a la mostrada por quienes durante veinte años han destrozado el país también, no lo dudemos, de quienes por el mismo lapso han dirigido con tanta falta de criterio la oposición, agarren el timón y alejen la nave de los escollos que amenazan con hundirla.

Y no solo me refiero al sector político porque las palabras del vice de Fedecamaras relatando lo que hasta las piedras conocen, es decir las miserias del sector ganadero en un país donde no se consigue desde hace tres semanas la carne vacuna… revelan que en ese sector no se han dado cuenta de la grave situación que los amenaza.

Del representante del sector empresarial esperaba una mejor y más elaborada respuesta y no que me recordara, con los cambios de rigor, a Pedro Carmona y los directivos de la vieja PDVSA, con su prepotencia suicida durante el paro del 2002.

Ojo a quienes gustan lanzar leña al fuego: Los ganaderos corren el peligro de que les invadan sus fincas por negarse a negociar cuando ni la opinión pública ni las realidades les son propicias para mantener sus propiedades aisladas… son impopulares salvo en El Arepazo de Miami pero esa es otra historia.

El gobierno que es ladino sabe muy bien que las fincas siguen gastando capital aunque no beneficien sus reses. Que esas reses bajan de precio en la medida en que las fincas ganaderas permanezcan sitiadas como hoy lo están y me refiero a las más grandes porque he visto que las pequeñas están beneficiando sus reses venden a precio regulado que no nos gusta a los libertarios pero es una realidad de muchas décadas en nuestro país.

También sabe el gobierno que no pocos de los dueños de fincas viven en el exterior, por las razones que sean, todas valederas… y en esas condiciones, cuando en las ferias municipales ya se comienza a vender carne al precio regulado que es la cuarta parte del que aspiran los finqueros… la derrota del sector empresarial está cantada… y un futuro de mayores y un futuro de mayores penurias para el consumidor se prevé en caso de que se nacionalicen más fincas.

¿Pero, qué se podría hacer?

Realmente poca cosa porque para ser exitoso en estas condiciones habría que romper con el pasado… y así como la MUD nunca lo quiso… Fedecamaras aparentemente tampoco.

¿Pero, si hubiesen cambios?

En ese caso los finqueros, mientras viene un nuevo gobierno y eso en este momento es quimera, tendrían que sacrificar parte de sus ganancias que en el pasado han sido astronómicas… por el futuro.

Y políticos junto a gremialistas deberían exigir el cese del control de cambios y de precios, seguridad en el campo… a condición que los finqueros en este caso compartan penurias con una población empobrecida hasta límites impensables hace poco.

¡Quizás sea un sueño pero volar también lo fue durante mucho tiempo!