El caparazón de Pdvsa, por Luis Velázquez Alvaray

El caparazón de Pdvsa, por Luis Velázquez Alvaray

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Sin rodeos. El régimen quebró PDVSA. Para hacerlo en una empresa de esta magnitud, no es de la noche a la mañana. Son casi dos décadas, donde se ha cometido el desfalco más grande en casi tres siglos.

Caída dramática. Técnicamente está paralizada. Lo advirtieron expertos hoy en el exilio. Verdaderos conocedores del manejo de la industria.





PDVSA hoy no tiene flujo de caja. Incumple todas sus deudas y su actuación es un espectáculo en los mares del mundo, donde le persiguen numerosos acreedores que hacen filas en los juzgados del globo. No pueden pagar ni el servicio de la deuda, mientras chinos y rusos están atentos para meterle los colmillos a lo que sería la mayor entrega en nuestra historia al capital transnacional.

Disminución de los volúmenes de producción, a simple vista parece ciencia-ficción. Historia de un pillaje desmedido. Gigantescos gastos de inversión no realizados fueron a parar a las alforjas del régimen. Es un crimen contra todos los venezolanos. Entre el 2009 y esta fecha, la falsa inversión registra casi 100000 MM de dólares, con caída libre de más del 50 por ciento de la producción, llevándola sin freno al tobogán de la miseria.

El dinero obtenido con el cuantioso endeudamiento nunca llegó al país, ni a la empresa, ni siquiera se efectuaron las inversiones mínimas de mantenimiento de la capacidad operacional.

La refinación en el extranjero es invisible por la persecución de los acreedores y ya remataron las acciones que se mantenían en las industrias asociadas.

Se firmaron alrededor de 50 mil contratos fraudulentos, mientras el chorro de dólares caía a borbotones en los bolsillos negros de los rojos. Cada día que pasa con este gobierno, se aleja la posibilidad de la empresa de mantenerse en operación.

Los grupos financieros buscan activos para embargar más de dólares 60000 millones. Destaca la empresa Conoco, que se adelantó en los tribunales por la expropiación irresponsable de que fue víctima en 2007. A ello se suma el vencimiento de bonos, mientras CITGO será la puñalada final a este proceso depredador de los mangantes revolucionarios.

Salir del régimen es el primer paso para salvar a PDVSA y con ella al país. Después vendrán los técnicos honestos hoy en el exilio, para establecer un proceso de reingeniería que logre salvarnos. Por otro lado, los acreedores fueron advertidos que muchas de las deudas son ilegales, ya que fueron asumidas sin la autorización de la Asamblea Nacional, único órgano facultado a tal fin. También son copartícipes de este saqueo.

Como dice el escritor Mauricio Bernal, “ni el sufrimiento tiene sentido”. Acabar con la tiranía es el camino y después que vengan los técnicos a hacer su trabajo.