Un espectacular atardecer en Londres (fotos)

Un espectacular atardecer en Londres (fotos)

 

Elizabeth Tower, commonly known as Big Ben, partially covered in scaffolding during repair works on the Houses of Parliament, stands in the foreground of a sunset, in London, Britain, October 7, 2017. REUTERS/Afolabi Sotunde
El Big Ben, que está siendo restaurado, durante el atardecer de este sábado  7 de octubre de 2017. REUTERS/Afolabi Sotunde

 

La puesta de sol es un fenómeno único, al igual que ver caer los copos de nieve, nunca son iguales. Presenciar un vibrante atardecer entre las torres de Nueva York o una suave puesta de sol sobre las laderas de París es una experiencia estupenda, pero nada puede hacerse ante la gloria contenida de un rojizo atardecer de Londres.





Elizabeth Tower, commonly known as Big Ben, partially covered in scaffolding during repair works on the Houses of Parliament, sits in the foreground of a sunset, in London, Britain, October 7, 2017. REUTERS/Afolabi Sotunde
REUTERS/Afolabi Sotunde

El reloj de las Casas del Parlamento, conocido como Big Ben, es una de las imágenes más famosas de Londres, además de uno de los principales símbolos de la ciudad. La noticia de que la campana principal de 13,7 toneladas del Big Ben inició el pasado 21 de agosto un silencio de cuatro años recordó a algunos que, además de patrimonio mundial sigue siendo el más fotografiado del mundo.

People ride inside pods attached to London Eye at sunset in London, Britain October 7, 2017. REUTERS/Afolabi Sotunde
El ojo de Londres la tarde de este sábado octubre 7, 2017. REUTERS/Afolabi Sotunde

 

La noria más alta de Europa, el Ojo de Londres es el segundo lugar más elevado de Londres para ver la puesta de sol. Con 135 metros de altura, es la atracción turística de pago más famosa del Reino Unido con más de 3,5 millones de visitas al año. En cada cápsula pueden caber hasta 25 personas, quienes pueden caminar o sentarse allí dentro. La noria gira a unos 25 centímetros por segundo, lo suficientemente despacio como para que, a nivel del suelo, los pasajeros entren y salgan de la cabina sin que el Ojo se tenga que parar.

No hay nada mejor que contemplar el atardecer desde la altura y la vista que tiene el Ojo de Londres. Cuando esté en el aire, sentirá que se encuentra inmerso en la puesta de sol durante los 30 minutos que dura el viaje. Disfrutará aún más si mide el tiempo y logra encontrarse en la cima de la noria justo en el momento en que el sol se sumerge en el horizonte. Y no se preocupe si no sabe qué hacer con los niños; les encantará montarse en una de las norias más grandes del mundo.

 

Con información de nyhabitat.com