La crisis reimpulsó la figura del zapatero remendón

La crisis reimpulsó la figura del zapatero remendón

(Foto Andrés Galindo)
(Foto Andrés Galindo)

Si usted es de las personas que se ha visto en la necesidad de mandar a reparar sus zapatos porque no tiene dinero suficiente para comprase unos nuevos, es bueno que sepa que, producto de la crisis económica que se vive en Venezuela, mucha gente está haciendo lo mismo. Así lo reseña el-carabobeno.com

Por Beatriz Rojas

Y es que no es fácil para cualquiera tener que desembolsar más de 200 mil bolívares para incrementar su número de pares de zapatos, en el caso de las mujeres, porque los hombres tienen que pagar más de 400 mil bolívares. La opción que queda es mandar a reparar los viejos para seguirlos usando.





Los altos precios del calzado, tanto de damas y caballeros, como de niños, han vuelto a poner de moda la figura del zapatero remendón. Quienes se dedican a este oficio están viendo aumentar sus ganancias, pues la clientela se les ha incrementado hasta en un 80 por ciento. En la mayoría de los casos se han visto en la obligación de contratar personal para entregar los pedidos a tiempo.

Sin embargo, cumplir con los encargos a veces se les hace difícil, por la escasez y altos precios de los insumos que deben utilizar. Uno de los trabajos que más piden los clientes, es cambio de suela. Esta a principios de año se encontraba en los locales del ramo zapatero en 12 mil bolívares, ahora hay que visitar varios locales para comprarla entre 70 mil y 80 mil bolívares.

Debido a esto, para mandar a realizar este tipo de trabajo el cliente debe desembolsar casi 100 mil bolívares. Los zapateros aseguran que también han subido los precios de la pega y del nailon, por eso ellos deben aumentar su tarifa.

Carlos Navas tiene su puesto en el callejón Mujica, desde hace dos años, aunque el oficio lo practica desde hace 17 años.

A Navas un antiguo jefe lo llamaba “Juan” y eso le quedó como apodo. Hace todo lo que tiene que ver con zapatería, es decir, pinta, forra, cose, cambia suela y tapitas. También arregla carteras y bolsos. Repara hasta zapatos ortopédicos.

En Agua Blanca es bastante conocido y aunque al principio los vecinos quisieron sacarlo, ahora le tienen aprecio porque corre a los delincuentes de la zona por sus conocimientos de artes marciales.

Su vehículo de transporte es una motocicleta y en ella sale a recorrer los locales para tratar de conseguir los insumos más baratos.

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