La Asociación Española Venezolana por la Democracia (Aseved), liderada por Vanessa Pineda y Adolfo Martini, han lanzado una carta pública contra el apoyo abierto del ex jefe de Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero a la represión en Venezuela.
Por Carlos Moreno/Especial para LaPatilla/Madrid
La organización ha rechazado el silencio del socialista ante las frases que pronunciara Evo Morales, presidente de Bolivia, en la Conferencia Mundial de los Pueblos celebrada recientemente en Cochabamba, y donde fue invitado especial.
“Lo que está pasando en Venezuela es un golpe de Estado. Dale duro, Maduro, contra los golpistas, el pueblo latinoamericano está de tu lado”, dijo Morales.
Zapatero ha sonreído mientras Evo pronunciaba su discurso a favor de Maduro.
En el documento, que también ha sido rubricado como muestra de rechazo por miles de venezolanos, se critica la presencia de Zapatero como un mediador.
“Cuándo perdió usted sus principios y valores democráticos? ¿cuándo dejó de ser una prioridad para usted la defensa de los más elementales derechos humanos?
Y prosigue:
” Es que usted no se ha enterado aún que van más de 75 fallecidos en dos meses de masivas protestas producto de la brutal represión de las fuerzas policiales, militares y paramilitares del régimen de Maduro?
El bloque ciudadano hace igualmente un llamado de atención al Partido Socialista Obrero Español (Psoe) al no frenar, después de tanto tiempo, la participación de Zapatero en la supuesta mediación para Venezuela. Líneas que ahora caen directas sobre Pedro Sánchez, que ha vuelto a comandar a los socialistas como Secretario General.
Antecedentes
José Luis Rodríguez Zapatero intentó parecer un mediador responsable desde 2016, pero sus gestiones lo deslegitimaron de plano.
No solo fue factor de apoyo para el fallido diálogo de diciembre donde se armó dique contra el referendo revocatorio a Maduro, sino que terminó lográndose el cometido. No hubo consulta.
El expresidente socialista había incluso apoyado abiertamente en escrito ante la Organización de Estados Americanos (OEA) su determinada posición de encaminar a un diálogo que, a simple vista, no dejaba espacio exigencias de oposición y obviaba igualmente los compromisos del Gobierno, negando que las presiones del bloque sumaran en la resolución.
La canciller Delcy Rodríguez, en ese momento, tuiteaba su agradecimiento al ex jefe de Gobierno español, líneas que confirmaban su parcialidad.
Y entonces regresó en 2017 a reunirse con Maduro para retomar puesto en unas negociaciones que ya no existían. Visitó a Leopoldo López en su celda de Ramo Verde a principios de junio en compañía de Jorge Rodríguez para intentar venderle la casa por cárcel al preso político y líder de Voluntad Popular, una oferta que sería rechazada con contundencia.
La idea era bajarle presión a las protestas de calle que se apoderaron del país en contra de la represión y la instauración de la dictadura.
Llegó otra muestra más el 21 de junio. Un acto en Bolivia, organizado por el Presidente Evo Morales. Figuraba Zapatero. Era la Conferencia Mundial de los Pueblos, en Cochabamba.
Allí, el ex secretario General del Partido Obrero Español (PSOE) acompañado de Ernesto Samper, de Unasur, fueron invitados de lujo. Fue en ese mismo acto de supuesta reivindicación de la izquierda en donde el presidente boliviano Evo Morales soltó sus frases de apoyo irrestricto a a la represión en Venezuela
Zapatero no se pronunció luego al respecto. Su silencio remarcaba más su apoyo a lo dicho.
