La diáspora venezolana: otra tragedia, por Gehard Cartay Ramírez

La diáspora venezolana: otra tragedia, por Gehard Cartay Ramírez

thumbnailGehardCartayNunca se podrá medir exactamente la inmensa magnitud de la tragedia que ha significado para Venezuela la presencia del chavomadurismo en el poder.

Cuando este nefasto y ominoso tiempo haya pasado, sus estudiosos se asombrarán aún más del descomunal daño, casi irreversible, que estos sicópatas y sicofantes de la política nos hicieron a los venezolanos de entonces y a los que vendrían después.

Por ahora, luego de 18 años, nadie duda que han destruido a Venezuela. La han destruido en todos los aspectos. Han destruido la economía de uno de los países más ricos del mundo. Han destruido a PDVSA, que hace apenas veinte años era la quinta empresa más poderosa del planeta. Han destruido la agricultura y la cría. Y han convertido a Venezuela en un Estado fallido.





Como resultante de esta criminal destrucción, ahora los venezolanos somos más pobres cada día. Ahora somos más pobres porque nuestra moneda no vale nada, aquí y afuera. Ahora somos más pobres porque nuestros salarios cada vez alcanzan menos para comprar la comida y los bienes indispensables. Ahora somos más pobres porque nuestras oportunidades de superación son cada día más limitadas. Por contraste, la cúpula del chavomadurismo se hace cada día más rica y de manera obscena.

Han destruido al Estado y las instituciones. Han convertido a Venezuela en un Estado forajido, vinculado a los más siniestros intereses y a la peor corrupción de todos los tiempos. Hoy en nuestro país el poder sólo es usado para enriquecer aún más a la oligarquía que lo detenta. Eso nunca había ocurrido en las groseras dimensiones actuales.

Pero la mayor destrucción del chavomadurismo en el poder ha sido la de nuestro futuro como nación, todo lo cual perjudica especialmente a su juventud, es decir, a los venezolanos del mañana. Por desgracia, bajo el presente régimen y como consecuencia de sus nefastas políticas, económicas y sociales, nuestro país poco o nada puede ofrecerles a sus ciudadanos y, en particular, a los jóvenes.

Al respecto, el profesor Ivan Vega, académico de la Universidad Simón Bolívar de Caracas, acaba de alertar en declaraciones de prensa sobre el drama de la actual emigración de los venezolanos, algo sin precedentes. Tras señalar que esto nunca había ocurrido antes, pues Venezuela siempre fue un país abierto a los inmigrantes llegados de otras naciones, también advirtió sobre lo que denominó “la descapitalización del conocimiento, una tendencia silenciosa que pone en jaque el futuro del país”.

 Y esto no es otra cosa que “fuga de cerebros”. Gente joven y capaz, formada en nuestras mejores universidades, que se han marchado afuera buscando oportunidades que ahora se les niegan en su propio país. Son profesionales en distintas ramas, científicos e intelectuales, profesores universitarios, en fin, talentos que necesitamos aquí, pero a quienes el régimen actual les niega su valía, como ocurre con los docentes de educación superior, por citar un caso, quienes hoy devengan sueldos miserables.

Mientras tanto, Venezuela está rezagada tecnológicamente, un retroceso gravísimo, mientras otros países del continente avanzan en este campo. Vega sostiene que el próximo gobierno tendrá que hacer un esfuerzo extraordinario para revertir esta crisis de talento. Ese esfuerzo, si es contínuo en el futuro, nos puede llevar 20 años, por lo menos.

Vega señaló que “Chávez liquidó a tres generaciones (…) El proceso de las misiones; es decir, el regalo de certificados educativos (…) y la inserción en bloques educativos de cinco años, aniquiló el conocimiento de esas personas y por ende es un pérdida brutal para el país”. “Su mayor daño no fue a la economía, fue generar ex profeso pobreza intelectual, con altísimo impacto negativo para los próximos 20 años”.

Pero la emigración venezolana, según este mismo investigador, afecta también a sectores sin formacion profesional. Esa falta de oportunidades en su propia patria ha llevado -hasta ahora- a casi tres millones de venezolanos a emigrar. Y lo grave es que la cifra cada día aumenta. Son compatriotas que huyen del hambre, la violencia y la escasez. Prefieren lanzarse a lo desconocido y no seguir siendo castigados por la trágica crisis que sufre ahora Venezuela.

El profesor Vega calcula que el 8% de la población venezolana ya ha huído al exterior. Esto evidencia que es un fenómeno que tiende a masificarse, tal como ocurre con las migraciones de centroamericanos y mejicanos hacia Estados Unidos, o las producidas en otras latitudes por guerras y fenómenos telúricos.

Lo grave, insisto, es que esto nunca había ocurrido en nuestro país. La diáspora venezolana, que ha desintegrado la familia venezolana, es otra desgracia más del chavomadurismo en el poder.

@gehardcartay

El Blog de Gehard Cartay Ramírez