Manuel Ferreira: Rendir cuentas ante el TSJ no será legal, pero vaya que es coherente

Manuel Ferreira: Rendir cuentas ante el TSJ no será legal, pero vaya que es coherente

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Comparar en legitimidad al Poder Judicial con el Poder Legislativo es -como dirían los abuelos- una comparación de burro con tigre, pues mientras que uno resulta puesto por el capricho del Poder Ejecutivo enquistado en el poder, el otro es designado por la vía democrática por excelencia: el voto popular.





Habiendo establecido claramente que la legitimidad de la Asamblea Nacional es  otorgada por la ciudadanía venezolana -los diputados son quienes mediante la voluntad popular fueron escogidos para representarla-, el Tribunal Supremo de Justicia se alejó de su función de impartir la razón de su nombre, justicia, para convertirse en el teatro de las marionetas de quienes hoy detentan y quieren perpetuarse en el poder.

¿Es ilegal que el tren ejecutivo rinda su memoria y cuenta en el TSJ? ¡Sin lugar a dudas! Pero en estos tiempos de cólera y desenfado resulta ser un acto de lo más coherente, pues ¿ante quién rendirían cuentas los facinerosos delincuentes y cómplices de esta desgracia sino frente a otros elementos de su misma ralea?

Hoy, esos pocos que detentan el poder, esos que se pusieron de espaldas a todo un país que sufre y que atrincherados en poderes ilegítimos desconocen la voluntad popular representada en la Asamblea Nacional, más pronto que tarde serán juzgados y desconocidos. Pero no por un acto de venganza o capricho político, sino en favor de la justicia para todo un país desangrado por su indolencia y corrupción desbordada.

Solo hace falta algo… Que los espectadores salten de sus sillas y se transformen en héroes del cambio. Basta de ser protagonistas solo de la miseria y las quejas, basta de ver cómo se burlan de nuestra Constitución y la ley, pero sobre todo, basta de que sigan humillando nuestra humanidad, nuestro patriotismo y nuestras ganas de salir adelante.