Rafael Rodríguez Mudarra: Diálogo: “Mojiganga” para el autoritarismo

Rafael Rodríguez Mudarra: Diálogo: “Mojiganga” para el autoritarismo

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El diálogo que se realiza  en el país  con  limitados  elogios exuberantes,   no debe entenderse como negociación,  por cuanto esto último no  ha sido  una disposición  de iniciación principista inserta en el ánimo de los  concurrentes a la mesas conformadas para tal fin, que  han consensuado  unas bases  sobre las cuales el gobierno con respaldo más que evidente  de la mayoría de los  que se autodenominan  facilitadores: visitantes itinerantes   al “Palacio de Miraflores” para la información debida, ha impuesto con opinión de aceptación como forma de “ resolución de  conflicto “  a los que   integran  la representación  del hoy legalizado partido MUD, una bases de valores  cuya aceptación  sin voluntad de consulta  a importantes sectores nacionales, constituye un hecho juzgado, lo cual ha causado criticas entre los dirigente de éste partido , como también   rechazo de un innumerables  contingentes de la población venezolana y de sectores del “Chavismo” disidente, las cuales son y continúan siendo públicas y notorias que fuerzan  una revisión de la conducta de la  dirigencia partidista , para la  descentralización  de  la actividad direccional  mediante  la incorporación  a la lucha opositora del poder popular que  ansía por la restitución de las instituciones democráticas, hoy  inexistentes.





Considerar, que el diálogo prive  por encima de  lo que debe ser negociación,   para imponer disposiciones “incordios”, constituye una  sistemática perversidad fraudulenta  para quitarle  fuerzas  a la oposición, lo cual  facilita las ventajas que busca el gobierno autoritario de predominio militar para  perpetuarse en  el poder sin impedimento alguno. La experiencia vivida, nos enseña, que las iniciativas de diálogo a las que hace mención los dirigentes del oficialismo,  no es más  que una magnificada “Mojiganga” teatral, para que conspicuos  señores  de la burocracia oficial banalicen las fuerzas opositoras, atribuyéndole cualquier clase de improperios, que justifiquen ausencia de presencia ante tan fascistas propuestas.

El diálogo vernáculo de predominio gubernamental: disfraz  cuestionado  por diversos sectores de la sociedad cuya autoría se atribuye Nicolás Maduro, publicita la capacidad del mandatario cuestionado, como inclinado al perdón y disimulación de yerros, cuya actitud dialogadora ha permitido, tolerar a un  adversario lleno de odios llegando la representación gubernamental   a  imponer la  suscripción de  una  “Declaración Conjunta para Convivir en Paz” mediante la cual la MUD arriando las banderas constitucionales que le han venido dando fuerza, abandona  su estrategia de  lucha, para convenir con el gobierno  en discursivas y piadosas reuniones, entre las cuales cabe resaltar:  la de hablar de tolerancia ,de derechos humanos, de paz, de prosperidad económica, de soberanía, de felicidad, comprometiéndose  también  en ésta hora histórica estar a la altura que merece nuestro pueblo. ¿Con qué se come  eso, se preguntaría el más ingenuo  de nuestros nacionales?

Que la MUD haya suscrito tan inconcebibles condiciones, fuerza  a los que no  somos parte  de la cúpula de ésta organización bipartidista, pero si, consecuentes adversarios a la política  despótica  del régimen presidido por Nicolás Maduro  a dar por entendido  nuestro disentimiento a  tan inocente postura de abandono a la estrategia de defensa de la Constitución y no consecuencia  con el sentimiento de rescate de la soberanía popular, proferido por el pueblo  en las elecciones que se llevaron a cabo el 06 de diciembre de 2015,  obligando a estimar el “Diálogo” en comento como  la escenificación, reiteramos,  de una argüida   “Mojiganga”   que  aupada por un poder ejecutivo  hegemónico,  no tiene ninguna otra intención, que  la de quebrantar cualquier sano propósito  de la oposición para darle cabida   a la revocación de los cargos de  elección popular, una vez transcurrido la mitad  en su ejercicio funcionarial  de los magistrados  .

Venezuela  está entrampada:  por una parte en una situación de  intolerancia política provocada  por el gobierno; y por la otra, presenta una situación económica, en la cual se encuentran implicados el latrocinio de funcionarios públicos y sus testaferros, también proveniente  de un régimen que  a través del monopolio de los poderes del Estado   permite la exculpación  muelle de estos delincuentes, que han hecho del situado constitucional la forma más expedita , para el enriquecimiento ilícito , por lo  que hasta ahora la estrategia dialogante de impulso gubernamental  ha sido instrumento tendente al perdón  irrestricto  de un adversario que ha venido  en forma inveterada haciendo del despilfarro un oficio perverso , que obliga al sector opositor   a rechazar un diálogo e impulsar la conducción de una estrategia  de negociación que defina una participación de interacción humana , la que sin incidencia  de capitulación conlleve a rescatar  la voluntad de 80% de venezolanos  que requieren un cambio en la dirección del Estado,  la cual no puede  ser diezmados por un pequeño  grupo   disque  concentrado .

El 06 de diciembre a un año del gran triunfo  de la voluntad popular, se anuncia una nueva plenaria  de la llamada  “mesa de diálogo”. Para los que nos hemos situado al lado de la fidelidad  constitucional, creemos  que es un gran momento  que se le presenta a la representación  del pueblo opositor para izar las banderas de la dignidad,  apartarse del dialogo hoy constituido en  “disfraz” y plantear con voluntad  patriótica la negociación,  como interacción para generar los beneficios constitucionales incumplidos por el  nefasto gobierno de predominio militar. Es una oportunidad  que de no ser evaluado, justificaría  el retiro con dignidad. Sobre éste particular la Conferencia  Episcopal por voz de sus integrantes, situada   al nivel de la dignidad nacional ha definido una conducta de respeto institucional con apego a la gente.

¿Será capaz la representación  del pueblo opositor  en tan manipulado diálogo identificarse  con los criterios  sostenidos  por los Cardenales  de la Iglesia católica  venezolana?

Abogado, político, presidente del partido Unión Republicana Democrática (URD)1ramudarra@gmail.com