Muchas veces nos encontramos en una constante búsqueda de lo que consideramos la felicidad, pareciera que siempre esta se encuentra en el futuro por el que hay que trabajar como una meta a conseguir, o en el pasado cuando buscamos nostálgicamente entre seres queridos y momentos extraviados.
Algunas personas sienten que la felicidad se alcanza con el dinero, entonces inician una búsqueda incansable por él. Trabajan 20 horas diarias, dejan a un lado a sus familias, a sus amistades para conquistar negocios o poder. Se convierten sin darse cuenta en calculadoras que restan y suman dividendos. Pero cuando les preguntas ¿Eres feliz? Te dicen no, pero con mi próxima negociación lo seré.
Otros acumulan conocimiento, pasan años metidos entre libros, buscando las respuestas más transcendentales. Entre fórmulas y teorías, abandonan un poco la realidad, y les preguntas ¿Eres feliz? Y te explican entonces alguna teoría platónica sobre la felicidad. Pero no hay brillo en sus ojos.
He visto también los que acumulan poder, aquí va más difícil ser feliz. Porque creer que se tiene control sobre algo en la vida, es una ilusión que no tarda en ser desmontada, por la propia vida.
Hay unos que acumulan sufrimiento y enfermedades, al saludarlos te hacen un recuento medico, del mes y se quejan de la vida, de la familia de todo. Y les preguntas ¿Eres feliz? Pues no.
Otros más arriesgados acumulan parejas amorosas, tienen amoríos, de forma paralela, fiestas, alcohol. Hay muchas cosas materiales que acumulamos para ser felices; contactos de facebook que no conoces, hoy en día comida, venganzas, mentiras. Pero al final te puedes hacer la misma pregunta ¿Eres feliz? He podido constatar que pocas personas te dan una respuesta certera y afirmativa; Si soy feliz.
Pero en que va entonces la felicidad. Según mi experiencia luego de acumular muchas de esas cosas y de sentirme igual que cuando inicié la búsqueda de mi meta. La felicidad va mas en amar y ser amado, y no hablo de solo la pareja, es ser amado por tus amigos, familiares y por su puesto por ti mismo. Es un estado del Ser donde no se es feliz porque lo que se tiene, si no solamente por el hecho de Ser quien se Es.
Es la aceptación de nuestras sombras y luces. Es querer darnos una sonrisa ante el espejo diariamente, poder abrazar con amor nuestros infortunios y darnos el permiso de continuar la vida con amor. Las veces en que he estado feliz, son las veces en que pude amar profundamente lo que me estaba ocurriendo en ese momento. Sin querer cambiar nada afuera, sentía que todo era perfecto para mí.
Todos estamos en la búsqueda de la felicidad, se dice que la ciencia encontró, ya las partes del cerebro que durante experimentos muestran los estados de ánimo; y descubrieron que las personas que meditan y practican el amor incondicional como monjes tibetanos tienen una mayor tendencia a trabajar en estas áreas del cerebro que los hace felices.
También hay ejercicios milenarios practicados en la India y en China por medio de la respiración que nos inducen a estados de armonía, amor y felicidad. (Hoy utilizados por el Rebirthing).
Lo cierto es que tenemos más conocimiento sobre como ser felices, pero menos felicidad a nivel mundial. Vemos como el estrés y la depresión avanza. Puede ser hora de detenernos. Y preguntarnos ¿Eres feliz? Y si la respuesta es no, iniciar un camino diferente, probar nuevas técnicas, buscar personas que lo han logrado, podrían ser un buen inicio para darnos un poco más.
Regálate 5 minutos diarios de felicidad. Ámate.
Cristina Carbonell
Directora de la Escuela de Inteligencia Espiritual
“Brújula Interna”
@brujulainterna