Juan Claudio Lechín: México y Cuba en el ojo de Trump

Juan Claudio Lechín: México y Cuba en el ojo de Trump

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Durante la campaña, sus amenazas de Poseidón enardecido expresaban las esperanzas de sus electores. Ahora triunfador, su serenidad de Dalai Lama expresa el alivio de los amenazados. Interesante. Él hilvana, mientras embauca a los dos. ¿Qué hará? Bueno, claramente es un político renacentista, hoy recontra validado psicológicamente pues triunfó siendo negado por su partido. Se confirma en el “yo tengo razón, los demás equivocados”, premisa que está en la savia de su blindada personalidad. O sea, es un duro que saca cocodrilos de la galera y vende humo.





Ahora, ¿cuál es la paja y cuál el trigo?, ¿cuál la verdad y cuál la demagogia? Recomiendo usar los próximos cuatro años la metodología llamada “realidad-realidad, ¿dónde estás?”. Trump no cumplirá sus planes de la noche a la mañana. Allí donde la realidad ceda más, avanzará más y donde ceda menos, pues menos. El acuerdo con Cuba es fácil de disponer, sea para borrarlo o negociarlo con los rusos. Fuera de la amenaza migratoria donde, en los hechos, Mariel hizo colapsar a la Florida, Cuba no representa amenaza ni beneficio para los gringos. Eliminada la Ley de Ajuste Cubano, Raúl Castro y su horda perderán su único comodín.

México, en cambio, provee abundantes insumos industriales y agrícolas a EEUU. Vulnerado el Tratado de Libre Comercio (TLCAN), la crisis tocaría a ambos lados de la frontera. Si algo va a suceder (y sucederá), será paulatino. ¿La muralla?, ¿sacar migrantes por millones? Improbable, a menos que EEUU esté dispuesto a traer la guerra de nuevo a su territorio y librarla; luego que durante siglo y medio la mantuvo alejada.

Así que, con los ojos bien abiertos como si te estuvieran poniendo colirio, analizando cada señal y preparándose que el político renacentista is back.