La democracia según Maduro, por Carlos Valero

La democracia según Maduro, por Carlos Valero

thumbnailcarlosvaleroABR2016Maduro y su gobierno intentan, desesperadamente, eludir el sentimiento de cambio presente en casi el 80% de los venezolanos por vía de la confusión, el engaño y la desesperanza. Según Maduro, la democracia no puede tolerar la alternabilidad en el poder. Para ellos, un gobierno de Unidad Nacional no sólo es aterrador sino un impensable fin de sus mundos.

La cúpula autocrática del PSUV ahora tiene miedo que las persecuciones, las represiones y los intentos por aplastar a la oposición y a la MUD se devuelva contra ellos. Saben que el odio y la división que han sembrado, el daño que le han hecho al país es una factura sobre la cual va a decidir el pueblo. Pero la MUD no alienta venganzas, sólo quiere lo que la mayoría de los venezolanos exige: apertura y convivencia con quienes han seguido al proceso por razones ideológicas y políticas junto a garantías de que una justicia independiente resuelva los casos que configuran delitos aquí y en Pekín.

La estrategia de la MUD ha sido y será democrática, en defensa los Derechos Humanos y por el desarrollo material del Estado de Derecho. La Constitución Nacional es su principal hoja de ruta. Nadie en la alternativa democrática habla de perseguir al adversario, encarcelar dirigentes o imponer un modelo social distinto al que establece la Constitución.





Realizar este tipo de aclaratorias resulta indispensable en un país que necesita luchar sin perder sus vínculos con nuestra ejemplar tradición de libertad, justicia social y democracia. Y que para sacarla de la confiscación que le ha impuesto este gobierno, tiene que desarrollar e innovar las formas de lucha democráticas ante un gobierno que cierra todas las puertas democráticas, al extremo de que Maduro se atrevió a pontificar que ” mientras haya crisis económica no habrá elecciones”. Grave aseveración, puesto que el calendario electoral en el país lo establece claramente nuestra Carta Magna, y no debe ni puede ser alterado por el criterio personal del Presidente de turno.

El mismo error de diagnóstico lo tiene Maduro con relación a la crisis económica y sus causas. Aunque parezca irracional, muchos de los miembros del alto gobierno parecen creer el cuento de la “guerra económica” y en consecuencia actúan con mentalidad militarista, tratando de enfrentar la inflación con balas, la escasez con CLAP, la caída del producto interno bruto con controles sobre la producción.

Así como es falso que existe una guerra económica, también es falaz creer que la oposición quiere ver al chavismo tras las rejas y execrado de la vida política. Nuestra causa es un país plural, con instituciones independientes y donde los hijos de todos los venezolanos puedan estudiar, producir y formar familias. Venezuela es un gran país, para mí el mejor de mundo, y por ello ni me iré ni cesaré de luchar hasta que el cambio, el bienestar y la paz vuelvan a ser posibles.

El gobierno con toda seguridad perderá la elección del Revocatorio y la elección presidencial que emane de ese proceso, pero tendrá la garantía de la oposición de que podrán seguir, democráticamente ejerciendo sus derechos y participando en la dinámica política del país. Que eso sea así depende si mantienen o dinamitan el orden constitucional.

Ojalá los dirigentes del PSUV dejen de escuchar los consejos castristas según los cuales en revolución no puede haber democracia, porque ello no impedirá que pierdan el poder, pero los conducirá a desnaturalizar los objetivos que atribuyen a su proyecto y sobre todo, si siguen en la irracional actitud de bloquear al referendo, terminarán por profundizar la crisis y taponear el desarrollo de la democracia venezolana.

@carlosvalero08