La vida sigue igual, por José Luis Monroy

La vida sigue igual, por José Luis Monroy

thumbnailjoseluismonroyHabitamos un país que no  detienen su marcha, persiguiendo como conejo la zanahoria.

Hola que tal mi gente, cuando se crean altas expectativas en cosas que pudieran pasar, sobre todo esperanzas en que hoy puede ser el día del gran cambio y al final no pasa nada, se va colocando así, La sociedad del cansancio, como bien leo en un ensayo de mi amiga Julia  Neumann “La sociedad occidental está sufriendo un silencioso cambio de paradigma: el exceso de positividad está conduciendo a una sociedad del cansancio”. Éxito, competencia, productividad, una exigencia de rendimiento del que deriva una pandemia de enfermedades siconeuronales, la ansiedad, la frustración, las neurosis y la depresión se derivan de la autoexploración.

Estamos experimentando una transición desde un antes disciplinario y obediente, hacia una supuesta libertad, una aislada responsabilidad individual, un sistema saturado de información, que nos engaña haciéndonos creer libres, cuando nunca antes habíamos sido tan presos de nosotros mismos.





Hoy nuestras cadenas están hechas de aceros invisibles, los eslabones son nuestros proyectos y esas iniciativas que nacen de una inercia que nos empuja y nos va gritando silenciosamente en el oído palabras “motivadoras” como  “llego la hora”  “hoy es el día”.

Esta es una sociedad  que vive en una situación de guerra interna, víctima y verdugo habitan un mismo cuerpo intentando librar una batalla contra el propio agotamiento.

Caminan al mismo ritmo y sin detenerse. Van y vienen por la calle muchas almas cansadas.

Desde hace un tiempo nos vendieron la idea que el 1 de septiembre podría ser el DIA, el GRAN DIA, yo les decía a los que se me acercaban y me preguntaban si iría a Caracas, que eso podría ser una marcha mas como otras para oír gente en una tarima y luego a sus casas, pero las personas en sus esperanzas me decían que no, que esta era la marcha del gran DIA. El tiempo me dio la razón, el jueves pasado en la tarde lo que se escuchaba en  las calles y se leía en las redes sociales era un sentimiento de eso “la sociedad del cansancio” son 17 años amigos, algunos dirán que perdieron el miedo y que se yo, este país ya no está para estar perdiendo miedo, este país ya tiene que estar bastante maduro para la libertad, fíjense ustedes el viernes 2 de septiembre se dio algo que políticamente tiene más efecto que la GRAN TOMA DE CARACAS, y es que un grupo de ciudadanos  de Villa Rosa en el estado Nueva Esparta y sin dirigencia política fueron tan atrevidos y en su propia cara cacerolearon a NICOLAS,  cabría preguntarse aquí ¿ qué pasaría si más de un millón y medio de personas hubiesen ido caceroleando a Miraflores el 1 de septiembre? Tal vez hoy estuviésemos hablando de otra historia. Entonces… ¿Para qué sirvió la gran toma de caracas? Una marcha a la que gente llego caminando desde varias partes del país, ahí está un cura que caminó como loco, un grupo de indígenas que sortearon cualquier cantidad de obstáculos y personas de todo el país llegaron hasta por los cerros, para que te manden a tu casa a las dos de la tarde…Algunos me dirán que para mucho sirvió , mostrar al mundo que somos mayoría, demostrar el talante anti democrático del régimen, etc., mayoría hace rato que somos, si no allí están los números del 6 de diciembre, y el mundo sabe que este régimen no es democrático, para lo que si sirvió la gran toma de caracas es para que un grupo de personas pasaran a engrosar la lista de presos políticos.

Ya han pasado varios días de la GRAN TOMA DE CARACAS, que por cierto ya hay mas acciones, ir al CNE en sus oficinas regionales, cacerolear en las noches y ¿no sé si escuchar salsa? A veces pareciera que estamos en medio de sectas… Si, la del PSUV y LA  MUD, de fieles y feligreses, no se está tratando el problema del país políticamente sino religiosamente, y es allí donde radica este encierro. ¿Pero y la gente en el país como esta? ¿Que te dice la gente en la calle? Este país es inviable, la situación es agobiante, mientras tanto vuelan los años más productivos de nuestra vida, es muy frustrante vivir este momento de la historia de Venezuela, eso te dice la gente, amigos eso de crear expectativas tan altas si luego no se van honrar lo que trae al final es decepción.

Habitamos un país que no  detienen su marcha, persiguiendo como conejo la zanahoria, Me despido por ahora con un pedazo del primer gran éxito de JULIO IGLESIAS Siempre hay por quien vivir y a quien amar
Siempre hay por qué vivir por que luchar
Al final las obras quedan las gentes se van
Otros que vienen las continuaran LA VIDA SIGUE IGUAL.

@joseluismonroy