La terrible historia de la mujer que mató a su hijo autista

La terrible historia de la mujer que mató a su hijo autista

Cuando el oficial Billy Simpson encontró a Kimberly Lightwine el 29 de agosto, ella estaba tendida boca abajo en el césped a un metro de su Ford Expedition y parecía que había ido a descansar en el medio de un campo de Missouri. La temperatura alcanzaba los 32 °C ese día. Estaba desnuda, salvo por su ropa interior, reseñó Infobae.
Acostado a tres metros de ella, había un adolescente de 19 años, con un pañal, que parecía repleto. Estaba muerto. Era, además, su hijo.

Lightwine pidió agua y luego comenzó a gritar que “ella y Dios habían traído a su bebé a este mundo y que debía ayudar a Dios a llevárselo”, de acuerdo con una declaración hecha pública por el diario Bolivar Herald-Free Press.





Luego de que Simpson le diera agua a Lightwine y le preguntara si se sentía mejor, respondió de manera sucinta: “Billy, maté a mi hijo. Billy, maté a mi hijo”, dijo según los reportes policiales.

El jovencito era autista y ciego de ambos ojos.

El sábado, Lightwine fue imputada por homicidio en segundo grado y abuso en segundo grado. De acuerdo con los registros de la investigación, Austin Anderson murió por deshidratación y por la falta de su medicamento, luego de permanecer en un campo del condado de Polk, en Missouri, por un tiempo no determinado.

A causa de su enfermedad, Austin necesitaba tratos especiales. Su padre, no identificado, le contó a la Policía que su hijo necesitaba hidrocortisona. Sin ella, caería en coma y moriría.

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