Alexei Guerra Sotillo: Retazos de revolución

Alexei Guerra Sotillo: Retazos de revolución

thumbanailalexeiguerraLas noticias son piezas de realidad que van alimentando nuestro universo cotidiano. Y en Venezuela, donde alimentarse va perdiendo precisamente su carácter cotidiano, para convertirse en una épica de sobrevivencia gracias a la Misión Empobrecimiento feliz que ejecuta con gran y cínica alegría el gobierno de Nicolás Maduro, mantenerse informado deviene un ejercicio que combina algo de masoquismo con necesidad esperanzada.

La pantalla de la portátil se abre y cierra al ritmo de cada click y la información emerge, en el caótico orden de nuestras angustias y esperanzas, que marcan la búsqueda internáutica de aquello que sucede y es noticia. Leo a Tomás Straka, que decide emplear la palabra “pretoriano” para definir a un gobierno o esquema de poder en el cual la relación de militares y civiles coloca a los primeros con preeminencia sobre los segundos. Pienso entonces que la lucha que se avista en el horizonte cercano no es ya por el rescate de una idea de democracia o libertad, sino por la restitución del orden civil sobre el militar. Y aquí lo militar se va trastocando lentamente en sinónimo de represión y bloqueo armado al cambio político.

Mientras Río se despide de los Juegos Olímpicos, y Tokio empieza la cuenta regresiva para recibir los próximos, leemos que Nicolás Maduro ordenó que todos los atletas que participaron en Río 2016 reciban una casa. Aplausos. Se lo  merecen, no lo dudamos. Pero surge la pregunta: ¿Y todos los venezolanos que han resistido con estoicismo olímpico, 17 años de deterioro de su salario y calidad de vida, y que pese a trabajar de sol a sol, no pueden hoy adquirir una casa o vivienda para su familia? ¿Y todos los compatriotas que entrenan día a día en la cancha de inseguridad, en el maratón de la hiperinflación para poder ganarle al desastre económico que genera el chavismo en el poder, y sueñan con poder tener su casa o apartamento propio?





La devastación económica generada por un modelo económico fallido de estatismo comunista y regulación anti-empresa, es directamente proporcional a la mentira como política propagandística adelantada por el gobierno de Maduro. Corroboración ineludible, luego de leer lo que dice Ricardo Menéndez, Vice-Presidente de Planificación: Sólo un 5% de la población, la porción que concentra las mayores riquezas, es la que genera el problema inflacionario del país. Son 3 familias, que concentran el 49% de los ingresos de la República. Este pequeño grupo induce la inflación, según Menéndez, es protagonista de la “guerra económica” y de desestabilizar al país, pero nunca el gobierno ni sus políticas. (www.konzapata.com).

Mientras escribo estas líneas, los medios reseñan que la Comisión de Participación Política y Financiamiento del CNE debe informar si se aprobó la solicitud formal de referendo revocatorio al mandato de Nicolás Maduro. Y entonces la idea de que la Constitución es una ficción o una fábula desechable, y una burocracia electoral una camisa de fuerza para la voluntad y el cambio político. Otro titular revela: Aumento salarial podría acarrear cierres técnicos de Alcaldías. Los billetes que imprime desaforado el BCV ante menos bienes y servicios son gasolina para el cáncer inflacionario. Mientras otra nota dice: Detuvieron a hombre que vendía desodorantes “chimbos” en Los Teques”. Picaresca e impunidad. Saqueo y mentira. Protesta y cambio. Son todos, retazos de la revolución.

@alexeiguerra