Julio César Arreaza B.: Explosión de soberanía popular

Julio César Arreaza B.: Explosión de soberanía popular

 

 

 





Ya estoy listo para salir a la calle el próximo 1° de septiembre, junto a un enjambre de venezolanos para defender y hacer valer nuestros derechos políticos, sociales y económicos, violentados por un régimen forajido que se ha atrevido continuamente a desconocer la soberanía popular. Las cuatro señoras rectoras del CNE, sin ninguna calificación para ejercer esos cargos, están parcializadas hacia el gobierno y hoy se inmolan por sus privilegios personales, mañana les alcanzará el largo brazo de la justica. Ellas se niegan a que el pueblo active el RR, porque saben del rechazó del 85% de los electores, en contra de los zafios oficialistas.

La soberanía popular dictamina todos los días que este proyecto autoritario no sirve para nada y fracasó por su escasez moral y de talento, hoy padecemos el despropósito de una delincuencia envalentonada y protegida por el poder. No hay peor crimen que valerse de la justicia para violar los derechos humanos. Los asaltantes del poder popular y usurpadores de la soberanía popular le dan rienda suelta al hampa porque en la justicia roja prevalece la impunidad.

La permanencia en el poder de estos sátiros agrava día a día todos los males. Los rechazados y ayunos de respaldo popular se niegan a dejar en manos del pueblo su destino, porque yacen atrincherados, sordos y encerrados en la defensa a ultranza de su impunidad y riquezas mal habidas.  Mientras los padres de familia impotentes se atormentan diariamente al verse sin comida para alimentar a sus hijos, los  bachaqueros, el hombre nuevo del chavismo, venden multiplicado por 20 la comida, que junto a las medicinas y seguridad son las tres carencias fundamentales.

Registro la partida de un grande hombre, José Joaquín Cabrera-Malo, el creador del bosque más grande del mundo hecho por el hombre. Lo plantó, lo hizo crecer y cuidó durante muchos años como legado a las futuras generaciones venezolanas. El Bosque de Pinos de Uverito hoy llora su pérdida y espera que nosotros lo sigamos cuidando con su mismo esmero. En 1961, la Corporación Venezolana de Guayana y el Ministerio de Agricultura y Cría, introdujeron plantaciones de “Pinus caribaea var. Hondurensis” en las sabanas de Uverito, entre los estados Anzoátegui y Monagas, con fines industriales y pensando en futuro, más allá de los cinco años del gobierno del presidente Rómulo Betancourt. El programa de plantaciones se inició con un vivero y fue financiado por el Estado venezolano, el cual invirtió para realizarlo 275 millones de dólares durante 30 años. Bajo la dirección del Ing. JJ Cabrera- Malo se dan los primeros pasos del mayor desarrollo forestal jamás emprendido a nivel mundial. Por el rescate del futuro, saldrá a la calle la Unidad Nacional para el cambio.

¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!