“Nunca antes”, por Luis Eduardo Martínez Hidalgo

“Nunca antes”, por Luis Eduardo Martínez Hidalgo

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Acompaño a Henrique Capriles en visita a Monagas.

Por Luis Eduardo Martínez Hidalgo /@luisemartinezh





Extraordinarias cada una de las actividades realizadas en Santa Bárbara, Punta de Mata y Maturín.

Capriles llega a todos por igual; su energía contagia y multiplica esperanzas en un pueblo agobiado por la crisis.
El mensaje es claro y lo compartimos: la prioridad es el revocatorio porque permitirá superar el actual estado de cosas en paz.

El hambre y la miseria que hoy afecta a millones de venezolanos, la inseguridad que se hace tragedia con la muerte de miles, la escasez de alimentos y medicinas, el deterioro de los servicios públicos, la falta de oportunidades para los más jóvenes, son motivos suficientes para soportar el reclamo generalizado porque se facilite al pueblo el que decida en las urnas electorales el futuro deseado.

En La Manga, Capriles pregunta a la multitud si alguna vez habían vivido una situación como la de ahora a lo que gritan: Nunca.

Abuelos y abuelas vociferen nunca, nunca antes habíamos vivido así; sus hijos, sus nietos, gritan al igual nunca, nunca antes fue así.

Yo que diariamente me encuentro con centenares, no me sorprendo con la respuesta colectiva porque una y otra vez la he escuchado al preguntar lo mismo: nunca antes habíamos vivido así me repiten en barrios y caseríos.
Las estadísticas sobran cuando nos sumergimos en el pueblo.

Una cosa es leer en los periódicos que la inflación en Venezuela por tres años ha sido la más alta del mundo y que el desabastecimiento de rubros indispensables bordea el 90 % y otras abrazar a una madre que llora al confesar que solo puede darle una comida al día a sus hijos. Es distinto enterarse por televisión que 4 de nuestras ciudades capitales se ubican entre las 15 más inseguras del mundo que ofrecer las condolencias a unos hijos cuyo padre fue asesinado por un celular. Es muy diferente enterarse por un reporte que la escasez de medicinas supera el 80 % que oír personalmente el testimonio de una mujer afectada por el lupus que desde hace 6 meses no sigue tratamiento porque no lo hay.

Vivimos una pesadilla generalizada como nunca

Tras la visita de Henrique Capriles, inicio una nueva gira al sur de Monagas. Mi primera parada es en un centro de salud donde gentilmente me atiende la médico-responsable. Me cuenta, lo que ya he oído otras veces, que las existencias de medicamentos se agotaron hace meses, que no tienen nada que ofrecer para los pacientes hipertensos, diabéticos, que no hay analgésicos, que ni siquiera cuentan con solución. Explica que se han visto obligados a paralizar las intervenciones por falta de insumos y que los equipos casi todos están parados por falta de repuestos. Luego una revelación que habla por sí sola de la magnitud de la tragedia venezolana:

“En los últimos días –afirma- hemos comenzado a recibir casos, cada vez más, de personas con baja de tensión, mareos que incluso se han desmayado. Cuando les auscultamos, concluimos que lo que tienen es producto de que no han comido, que tienen muchas horas sin comer, días apenas probando bocado, que lo que tienen es hambre” para agregar “nunca, nunca antes en mis muchos años de ejercicio había visto algo semejante”.