La cadena del Presidente Maduro del pasado lunes, donde realizaba una cosa muy cercana a un traspaso de mando de sus funciones al Mayor General Padrino López, Ministro de la Defensa y Comandante del CEO ratificado, es entre otras cosas ya una declaración abierta de lo que se ha venido denunciando sobre la naturaleza militar del régimen, además de una confesión directa del fracaso de la gestión en materia económica y en su totalidad, admitir la derrota frente a la “guerra económica”. Crear una nueva misión “abastecimiento soberano” a los militares con toma de puertos incluido no es más que repetir más de lo mismo de lo que se ha venido ensayando a lo largo de estos 3 años. El régimen con el agua al cuello sin saber que hacer frente a la cada vez más grave situación de abastecimiento y escasez vuelve al expediente de la operación militar, lo mismo que invento en el 2013 cuando constituyó el Estado Mayor de la Economía y conformó el órgano superior para la “Defensa de la Economía Nacional”, al mando del Mayor General Hebert García Plaza, hoy huido a los Estados Unidos y convertido en patriota cooperante.
Pero este evento tiene muchas aristas que son de una gran importancia. Primero la ratificación del General Padrino como Ministro de la Defensa, con nuevos poderes, expone el hecho muy significativo de que otros grupos militares mucho más cercanos al Presidente y a la Primera combatiente quedaron fuera, entre ellos el General Néstor Reverol. El General Padrino, pareciera reunir el consenso y garantizar la estabilidad dentro del FANB. Con las nuevas funciones del Ministro de la Defensa también son desplazados importantes jerarcas civiles como el Vicepresidente Aristóbulo Izturiz, quien fungía como jefe de la emergencia económica y coordinador del Consejo Nacional de economía productiva, así como el Vicepresidente del área económica y Ministro de Industria y Comercio Miguel Pérez Abad.
Este cambio parecieran conducir a cambios más dramáticos, muchos temen la posibilidad de desembocar en una dictadura militar abierta. Mi reflexión apunta en otra dirección, ya que los militares no están en capacidad de desechar la institucionalidad democrática, en la medida en que no tienen ninguna posibilidad de solucionar la grave crisis económica, política, social, cultural y militar que padece el país.
Creo más bien que estos cambios es una manifestación abierta de impotencia frente a la grave crisis nacional como lo vienen señalando acontecimientos escandalosamente trágicos de levantamientos de ciudades enteras en diversas partes del territorio nacional y en lugares emblemáticos de la capital causados por el acoso de la hiperinflación, la escasez y el desabastecimiento. Se hace cada vez más evidente que el régimen ha perdido el control de la situación económica, así como de la situación de seguridad frente al desborde hamponil de los múltiples grupos de colectivos.
Estos nuevos acontecimientos conducen a pensar que se pudiera estar gestando la búsqueda a una salida de esta trágica situación donde no pudiera descartarse ninguna alternativa. Pero en mi opinión, la oposición debe mantener de manera radical la salida del revocatorio a menos que se produzca la renuncia del Presidente Maduro. El revocatorio es la salida que permite una solución Constitucional, pacífica y electoral, que permitiría abrir una nueva vía a la reinstitucionalización democrática del país y activar una senda de reactivación económica.
Pedro Vicente Castro Guillen @pedrovcastrog