En el último capítulo de Juego de tronos los aficionados vieron el retorno de Marei, la esbelta cortesana pelirroja. Pero más allá de eso, encontraron un drama de la vida real.
La actriz, Josephine Gillan, de 27 años, realmente tenía ganarse la vida como prostituta antes de encontrar la fama en Juego de Tronos. Sólo su papel en la serie le permitió salir de ese mundo.
En la actualidad es muy solicitada como actriz a pesar de que no tiene ninguna formación profesional en artes escénicas. “Juego de Tronos me salvó de una vida de prostitución y me ha hecho una persona mucho más fuerte”, afirmó la actriz a medios locales.
“Yo trabajaba como puta, era conocida como Sophie O‘Brien, y al mismo tiempo hacía películas de clasificación X. De pronto vi un anuncio en un sitio web para las actrices en la industria del cine y decidí aplicar“, relató.