Estos arrebatones contra la soberanía popular no solo han sido protestados por la oposición, sino que han surgido muchas voces disidentes dentro del chavismo. El viraje golpista de Maduro al desconocer los resultados electorales y acusar a la MUD de “fraude y trampa electoral”, luego de haber aceptado su derrota, ha desconcertado a destacadas figuras del oficialismo partidarias de pasar la página, hacer un análisis objetivo de la responsabilidad oficial en esa derrota e iniciar con urgencia un cambio de las políticas que condujeron a la enorme crisis social y económica, expresada en escasez extrema de alimentos y fármacos (de país en guerra), inflación más alta del mundo (FMI y BM) e inseguridad que en 2015 sobrepasará las 30.000 muertes violentas, según organismos especializados. El historiador y simpatizante del oficialismo Vladimir Acosta, figura frecuente en VTV, sostiene que “el chavismo debe reconocer que perdió la AN por paliza”, a la par que apuntó sus críticas a los medios de comunicación oficiales y a la “regaladera que no resultó en nada”. Otra destacada docente y simpatizante del chavismo, Maryclen Stelling, afirma que “es peligroso decir que hubo fraude después de que el presidente reconoció al CNE” y recomienda al chavismo “desnudar” lo que pasó el 6-D: “Vivimos con una población que votó nulo o en contra y no hablo del voto traición”. Hasta Schemel, encuestador oficial, señaló que “el principal adversario del chavismo fue el propio gobierno”. Es grotesco entonces que Maduro, para justificar su derrota, denuncie un “fraude opositor”, dado que al menos 5 veces, del 1° al 7 de este mes, expresó su total confianza en el CNE. Los días previos al 6-D leíamos que Transparencia Internacional denunciaba 401 abusos electorales oficiales, de los cuales 23 correspondían a la Gobernación de Aragua y 18 a Miraflores. No hubo encuesta alguna (incluidas las del gobierno) que no arrojasen una intención de voto a favor de la MUD que más que duplicaba a la del oficialismo.
Destacados juristas y personalidades políticas del mundo califican también de “golpe de Estado” el viraje oficial y citan como pruebas de ese golpe: 1) ignorar a la AN elegida por el pueblo y sustituirla por un inventado “parlamento comunal”; 2) el nombramiento inconstitucional y “fuera de plazo” de 12 magistrados chavistas del tsj, “legitimado” por la muy politizada sala constitucional, y 3) la aceptación de la sala electoral de la solicitud de impugnación hecha por el gobierno de 22 diputados opositores que, de prosperar, la MUD se quedaría con 90 diputados de manos atadas, que no podrían revocar las inconstitucionales designaciones y aberrantes leyes aprobadas con anterioridad. Tan entregada al oficialismo está la sala electoral que en su web se indica “que tuvo despacho hasta el 10 de diciembre”, sin embargo, abrió sus puertas el 22 para recibir la impugnación contra 22 diputados opositores, cumpliendo así la orden del gobierno.
Los chavistas críticos apuntan hacia las erradas políticas de Maduro y su dirigencia, a la falta de democracia interna, la violencia y la corrupción, como causantes de la debacle electoral y económica. Los ex ministros Alí Rodriguez Araque (petróleo y economía), y Víctor Álvarez, entre otros, claman por activar “un plan de emergencia económica que pasa por correcciones cambiarias; suspensión de la emisión de dinero sin respaldo del BCV; consenso con el sector privado para evitar que la crisis se agrave en 2016; aumento de la gasolina; disminución del gasto militar y priorizar inversiones en educación, salud, vivienda, seguridad y reactivación económica; y sustituir las ruinosas importaciones gubernamentales con dólares a 6,30 bolívares por programa de compras a favor de la agricultura y la industria venezolanas”. Maduro, pertinaz en el error, no hará caso: seguirá con “el cuánto hay pa’ eso” de las empresas de maletín a 6,30; las quebradas empresas del Estado (Sidor no tiene repuestos, no paga a proveedores, no hay insumos, no produce cabillas, ni planchones, ni alambrón); con la espantosa corrupción en Pdvsa, que hoy le debe 145.000 millones de dólares al también arruinado BCV y uno de sus asaltantes, Roberto Rincón, “pana” de Rafael Ramírez, fue apresado en Estados Unidos acusado de “sobornos por 1.000 millones de dólares a la petrolera Pdvsa”. Maduro seguirá hostigando a Lorenzo Mendoza y demás empresarios; aumentará los controles en una economía en ruinas, como le aconsejan sus radicales; tendrá inflación cercana a 400%, anaqueles vacíos y el pueblo en las calles harto de pasar hambre y ser acosado por el hampa, mientras los “enchufados” rojos pasean con sus escoltas, lujosas camionetas y vida ostentosa. La metástasis del régimen es, como todas las metástasis, mortal.