Falta de dinero retrasó las compras navideñas

Falta de dinero retrasó las compras navideñas

Foto El nacional
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Lenny Farías, ama de casa, era una de las personas que se encontraba ayer en el centro comercial Sambil en la búsqueda del regalo que le dará hoy a su hija de siete años de edad. Aunque prefiere hacer las compras navideñas con anticipación este año le tocó postergarlas por falta de dinero, dijo.

El Nacional

“El martes fue que conseguí reunir los 30.000 bolívares que creo voy a gastar en el regalo de mi niña. Lo que hice antes fue ver precios en varias tiendas para saber más o menos cuánto iba a gastar. Todo está muy caro. El año pasado le pude comprar una tableta que me costó 15.000 bolívares”, añadió.

El motivo por el que Farías retraso las compras navideñas era compartido por decenas de consumidores que ayer recorrían pasillos de centros comerciales del este de Caracas. Consultados aseguraron que, además del poco dinero con el que contaban, la falta de tiempo los llevó a comprar a última hora los regalos y los estrenos de hoy.

“Tardé en comprar porque me hacía falta el dinero y porque esperaba conseguir precios más económicos. Mi sobrino quería una pistola de balines que en las tiendas está en más de 35.000 bolívares, pero no podemos gastar esa cantidad. Opté por llevar una arena moldeable y un juego de mesa, y ahorré algo”, contó Netyely Méndez, otra de las consumidoras que estaba en una tienda de juguetes en el Sambil.

En un comercio vecino, en el que expendían ropa, los clientes se concentraban en ver la mercancía que marcaba 30% de descuento. Úrsula Kirner, consumidora, señaló que priorizó las compras para sus hijos y después de sacar cuentas y notar que le quedaba algo de dinero salió a ver qué podía llevar para ella.

“En años anteriores acostumbraba estrenar ropa y zapatos. Eso ya no se puede hacer debido a los precios tan altos que tiene toda la mercancía. Estoy buscando una camisita de diario para no sentir que no me compré nada. Hoy me pondré algo que ya tenga”, afirmó.

Antonella González tampoco estrenará ropa este año. A comienzos de mes adquirió las prendas con las que vestirá a sus dos hijos, ayer salió a buscar unas franelas para su hermano. “Estábamos esperando tener un poco más de dinero. Las franelas más baratas que hemos visto están entre 5.000 y 6.000 bolívares. Vamos a ver para cuánto nos alcanza”, dijo mientras recorría el centro comercial Líder.

Variedad limitada. Encargados y propietarios de negocios coincidieron en que este diciembre el volumen de ventas es muy diferente al del año pasado. Afirmaron que los clientes que antes solían llevarse varias piezas, ahora se llevan menos unidades.

“La gente busca el mejor precio, pregunta mucho antes de comprar y se lleva menos cantidad de ropa. A veces vienen en grupos y uno solo es el que se va con algo”, dijo Nora Meleán, encargada de una boutique en el Sambil.

Roseglis Palacios, encargada de una zapatería, indicó que además del aumento del precio de la mercancía, la poca variedad de productos incidió en las ventas: “Sí ha venido gente, pero no como en diciembre pasado. No todos pueden reunir el dinero para comprar. Además, este año tenemos menos zapatos para ofrecer porque no nos surtieron a tiempo y eso que la mercancía que nosotros comercializamos es de producción nacional”

Entre el 1° y el 23 de diciembre del año pasado comercializaron 2.552 pares de zapatos en la tienda, mientras que en el período de este año solo vendieron 1.700 pares, poco más de la mitad, refirió. “Hemos recibido más dinero porque los zapatos están más caros, pero hemos vendido menos productos”, añadió.

RECUADRO:

Para equipar

la casa

A las tiendas de electrodomésticos también acudieron consumidores en la búsqueda de artículos para equipar sus hogares.  En el Daka de Bello Monte clientes hacían colas para pagar por licuadoras, televisores pantallas planas y hasta neveras. Fuera del negocio se formaba otra cola para esperar que se los entregaran.

Uno de los encargados, que prefirió no ser identificado, aseguró que la afluencia de clientes este mes ha sido similar a la de años anteriores. Aunque en esta oportunidad no vendían los artículos del programa gubernamental Mi Casa Bien Equipada, con precios subsidiados, ni tenían oferta en la mercancía regular. “Desde que la gente empieza a cobrar las utilidades vienen a llevarse los productos. En este momento no tenemos ningún equipo marca Haier, todos son de marcas tradicionales”, agregó.

Yuleiny Torres, que esperaba en el lugar, tenía días esperando para comprar  una licuadora que le salió en 18.000 bolívares. “No vine antes porque no había tenido tiempo”, afirmó.

LA CIFRA:

60.000

bolívares gastó ayer David Araujo, cliente del Sambil, en 2 pares de zapatos para sus papás. Debió usar la tarjeta de crédito porque no tenía dinero en sus cuentas

LEYENDAS:

Consumidores dijeron que la falta de tiempo también hizo que retrasaran las compras

Clientes aprovecharon ayer de llevarse electrodomésticos para sus hogares

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