Trueque 3.0 ante la escasez de productos

Trueque 3.0 ante la escasez de productos

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La constante necesidad del venezolano común por adquirir los productos de la cesta básica que cada día se van sumando a la larga lista de escasos, los ha llevado a migrar de los anaqueles de los supermercados, a las web y redes sociales para iniciar la práctica del trueque de mercancía a través de intercambios y compras online para así sobrellevar la “crisis” de la escasez. Diario Los Andes

“Lo que yo necesito, por lo que tú necesitas”, es ahora la nueva forma de adquirir los rubros, cada día son más los grupos en las redes sociales y personas que se han ido unido a esta novedosa pero antigua dinámica de compra- venta, que servía para el intercambio comercial hace más de 10 mil años, y que ahora les permite acceder a determinados productos que ya no se consiguen con facilidad.





El valor monetario ya no representa, según destacaron algunas personas, un monto significativo que les permita adquirir otros productos, por lo que realizan el canje o intercambio de productos de lo que posean por lo que necesitan a la espera de que otra persona del grupo esté interesada y desee realizar el cambio.

¿Visionario?

En su momento, el expresidente de la República Hugo Chávez, habló sobre esta actividad, adelantándose quizás a este plan de acción de los venezolanos ante la escasez, por allá en el año 2007; lejos de conocer lo que pasaría al día de hoy, el Mandatario nacional decía que había que comenzar a usar el trueque, “por ejemplo, ustedes agarran unos topochos y los cambian por una gallina”, dijo Chávez, hoy se trata de una realidad en muchos artículos.

Entre los productos ofrecidos y de mayor demanda se encuentran los artículos de higiene personal y productos para bebés; como pañales, formulas lácteas, champú, entre muchos otros; la idea central es que alguien genera una oferta a cambio de su equivalente en precio real, es una manera de ayudarse y obtener lo que ambas partes requieren.

Redes sociales

La modalidad es popular en redes sociales como Facebook e Instagram, una de las más importantes en el estado Táchira tiene una comunidad activa de más de 10 mil miembros de los diferentes municipios de la entidad; del mismo modo, a través de estos, las personas intercambian información sobre la venta de productos escasos en los centros de abastecimiento y los terminales de cédula que corresponden cada día.

Señaló una de estas personas pertenecientes a uno de estos grupos, que se trata de una manera de sobrellevar la situación de escasez que se vive actualmente en el país y explicó que en la mayoría de los casos son intercambios justos que equivalen al valor real de cada producto.

“Aquí el problema no es el precio, no se trata de vender; un kilo de azúcar por ejemplo, cuesta 22 bolívares, es un producto que poco se consigue y para el que se debe hacer cola, venderlo a ese precio no tiene gracia, el costo no equivale ni a dos pasajes, venderlo más caro es una práctica ilegal con la que no estoy de acuerdo; pero si puedo cambiarlo por ejemplo por toallas sanitarias, que tienen un costo de 20 bolívares, es algo que yo necesito por otro rubro que alguien más necesita, si lo pones es porque te sobra o no lo requieres, pero tienes la necesidad de otra cosa”, dijo la usuaria que prefirió mantenerse en el anonimato.

De igual modo, comentó que fuera de los trueques hay quienes venden a sobreprecio utilizando el mismo canal; sin embargo, acotó que es decisión de cada quien si acceder o no, dependiendo de la necesidad del momento, “la cuestión es que ahora mismo eso del dinero ya no vale, porque se trata de productos que prácticamente no existen, yo puedo recibir 250 por una leche en polvo pero eso no me va a permitir comprar nada porque no lo hay; además de que no se dispone del tiempo para hacer las colas en los supermercados o esperar que haya lo que uno necesita”, añadió.

Sin llegar a los sitios web, la revolucionaria pero extinta práctica a nivel mundial, se puede observar en oficinas, residencias, entre amigos, compañeros y colegas, e incluso recién conocidos de las colas que intercambian los números para el mismo fin, esperando conseguir y poder cambiar a través del trueque lo que requieren para el hogar.