Avión de Aeropostal aterrizó de emergencia en Maracaibo tras explotar una turbina

Avión de Aeropostal aterrizó de emergencia en Maracaibo tras explotar una turbina

(foto avión Aeropostal)
(foto avión Aeropostal)

El vuelo de la aerolínea venezolana Aeropostal, con destino Maracaibo – Caracas, tuvo que retornar al Aeropuerto Internacional La Chinita y aterrizar de emergencia, la noche de este domingo, luego de que “explotara” una turbina en pleno viaje y el avión quedara con un solo motor en funcionamiento. lanacionweb.com

Así  lo narró el Director de comunicaciones Estratégicas de la Agencia de publicidad Street Marketing, Agustín Yler, quien fue pasajero del avión, través de su cuenta en Instagram. “Esta fue la última foto que tomé durante el vuelo de Aeropostal justo antes de que explotara una turbina. Tuvimos que devolvernos a Maracaibo y aterrizar de emergencia”, escribió Yler, quién aseguró que se vivieron momentos de “incertidumbre”.

“Aterrizamos, y el aire fluyó una vez más… los rostros se relajaron y la luz regresó, risas, chistes, y comentarios burlando a la muerte se proferían… lo habíamos logrado sobrevivimos… y como era de esperarse una vieja tomó el control y comenzó un aplauso al que se unieron muchas otras manos, pero no las mías, yo estaba ocupado escribiendo lo que sucedía segundo a segundo. Porque no puedes morir y ya… porque no contar como sucedió sería imperdonable para mí y la verdad quería estar en paz conmigo mismo e inmortalizarme en las letras” concluyó.

Yler aseguró que la aerolínea había respondido por el hospedaje de los pasajeros que tuvieron que retornar a la ciudad marabina, tras el incidente del vuelo.

? ? ? ? ? ? ? ? ? ? ? ? Esta fue la última foto que tomé durante el vuelo de Aeropostal justo antes de que explotara una turbina. Tuvimos que devolvernos a Maracaibo y aterrizar de emergencia. El calor reinaba en la cubierta del avión las aeromozas estaban cagadas del miedo y se murmuraban “siéntate y disimula”, pero lo menos que hicieron fue disimular… la incertidumbre y la desesperación se apoderaban del ambiente en la cubierta y el terrible calor dejó de tener tanta importancia. Los más valientes vociferaban ” no vale ya nos estamos devolviendo… todo está bien, esto ya me ha pasado”; intentaban sin éxito calmar los ánimos. Finalmente el capitán decidió hablar… y entre torpes titubeos aseguró que el problema no era grave y que efectivamente tendríamos que devolvernos y aterrizar sin un motor. Mis nervios me mantenían helado, inamovible y solo podía mirar abstraído la situación. El momento de tensión finalmente se rompió y un largo silencio cubrió el oscuro pasillo del avión, murmullos, sollozos, oraciones eran solo una levedad entre la profundidad de la quietud. Aterrizamos, y el aire fluyó una vez más… los rostros se relajaron y la luz regresó, risas, chistes, y comentarios burlando a la muerte se proferían… lo habíamos logrado sobrevivimos… y como era de esperarse una vieja tomó el control y comenzó un aplauso al que se unieron muchas otras manos, pero no las mías, yo estaba ocupado escribiendo lo que sucedía segundo a segundo. Porque no puedes morir y ya… porque no contar como sucedió sería imperdonable para mí y la verdad quería estar en paz conmigo mismo e inmortalizarme en las letras. #Aeropostal #Aeromortal #Maracaibo #Sientateydisimula @aeropostalve

Una foto publicada por Agustin Yler (@agustinyler) el

 

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