Manuel Rosales: Nos cobraremos mi aprehensión votando el 6D por el cambio

Manuel Rosales: Nos cobraremos mi aprehensión votando el 6D por el cambio

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Más de 50 mil personas abarrotaron la calle 72 de Maracaibo, con esperanza y alegría los simpatizantes esperaban noticias del líder fundador del partido Un Nuevo Tiempo Manuel Rosales. Por los parlantes dispuestos a lo largo de la importante vía marabina, se anunció que el ex gobernador del estado Zulia, había sido aprehendido al bajar del avión en el aeropuerto La Chinita. Ante tal realidad, proyectaron un video en una pantalla gigante apostada en la tarima, en el cual el líder opositor esgrimió que “lo ocurrido hoy se los cobrearemos el Zulia y toda Venezuela el 6 de diciembre, a punta de votos y trabajando fuertemente, para alcanzar una victoria histórica”.





“No he llegado al país a crear más conflictos. No quiero más divisiones ni problemas para un pueblo que ha sufrido demasiado. Hay que marcar distancia con la violencia. Pido calma y cordura. Nadie debe ponerse en riesgo, por lo que me estén haciendo. Debemos seguir avanzando en la búsqueda del cambio”, alegó.

Con la palabra cumplida de retornar con el anhelo y la lucha por un cambio para un país lleno de virtudes pero azotado por un régimen, continuó en su discurso proyectado que “debemos mantener el foco de la organización popular. Nuestra agenda es única y una sola, siendo ganar y ganar bien. Debemos movilizar a amigos, vecinos, familiares y conocidos, para que ese día glorioso salgan a votar”.

Tras seis años de un exilio involuntario, señaló en el video que “hoy es un día importante para mí, el Zulia y Venezuela. Estamos demostrando que no le tenemos miedo a las bravuconadas, amenazas, al abuso y mal uso del poder judicial en el país. Damos un paso al frente para decirle al pueblo y al mundo, que nuestra nación no se ha acabado, pues tiene esperanza y un gran futuro, el cual será tan grande como el corazón de esta tierra”.

Esposa de un líder

El preludio emocional aterrizó con el avión que lo trajo a Maracaibo a las 4.00 de la tarde, desembarcando con las esperanzas a cuestas y las convicciones de otrora intactas, mientras una comisión del Sebin lo apresó sin mediar en nada, pese a una gran comitiva que lo esperaba ansiosa para ver cristalizar las promesas emitidas por su líder una semana atrás y darle fuelle a un país desplomado por las malas políticas nacionales.

Tras unos minutos de saberse el hecho, se apersonó la esposa del líder político y alcaldesa de Maracaibo, Eveling de Rosales, quien trataba de insuflarse de aplomo para emitir, quizá, el discurso más emotivo e impactante de su vida.
Con voz quebrada y aguantando sollozos, expresó que “Manuel ha regresado para reencontrarse con un pueblo noble, valiente, que no se arrodilla y no le teme al Gobierno nacional. Manuel Rosales ha demostrado una vez más su amor por su gente. Jamás se le doblarán las rodillas ante un gobierno impositor. Él está en cada rincón de este estado”.

Mientras los vítores se escuchaban fuertes entre la gran masa de personas agolpadas en toda la calle 72, Eveling de Rosales se limitaba a decir: “¡Arriba Manuel!”, conteniendo un llanto que se agolpa por el desenlace de su marido, ahora aglutinando la lista de presos políticos de este gobierno.

“Hablé con Manuel poco antes de que se lo llevaran preso. Me pidió que le dijese a mi familia, a mi pueblo y a la vez a este gobierno, que no viene a negociar, sino a construir la patria que todos nos merecemos”.

Atisbando un rosario en su mano y con franca emoción, manifestó que “se lo entregaré a Manuel, pues arriesgó su libertad una vez más por nosotros. Significa mucho para él. Se lo llevaron preso, pero vamos a edificar la fecha de su salida el 6 de diciembre, para que vuelva a la libertad con todos los presos políticos de este país. Todos debemos salir a votar”.

“Debemos demostrarle que ese sacrificio realizado al entregarse no ha sido en vano. Les pido ante Dios, la Chinita y con este rosario en la mano, que cambiemos el rumbo del país el 6 de diciembre. Salgamos a defender nuestra libertad. En este estado no le tenemos miedo a nadie.

Después el encuentro, la alcaldesa de Maracaibo y su pueblo se dirigió a la Basílica de Nuestra Señora de Chiquinquirá para levantar una fervorosa oración por el futuro de Manuel Rosales, los presos políticos de este país y el futuro de una Venezuela que aspira en los próximos comicios parlamentarios, cimentar un cambio de justicia, paz y libertad.