¿Sufre su hijo de Neofobia?

¿Sufre su hijo de Neofobia?

neofobia

Los niños con neofobia alimentaria, son aquellos que tienen miedo a probar nuevos alimentos, y que evidentemente, presentan una dieta de peor calidad, una mayor ansiedad y menos autoestima durante las etapas posteriores. Miami Diario

Estudios recientes han revelado, que los niños entre 8 y 16 años que desarrollaron neofobia alimentaria cuando eran pequeños, entre los 2 y los 5 años, tenían unos índices bajos de calidad respecto a la dieta mediterránea, principalmente por la falta de frutas y verduras en su alimentación, y una mayor presencia de alimentos que se deberían consumir ocasionalmente.





Aún así, esto no supone una diferencia en cuanto a la composición corporal, lo que se puede deber a que se proporcionaron suplementos nutricionales en un momento dado que sirvieron como complementarios alimenticios.

En cuanto a la ansiedad, las personas que han padecido neofobia presentan unos niveles mayores durante la infancia y la adolescencia respecto a los niños a los que les gusta probar nuevos alimentos, un fenómeno conocido como neofilia.

¿De qué manera influyen los padres?- Los padres son los que controlan qué y cuánto comen sus hijos y, en muchas ocasiones, aplican la misma dieta que ellos consumen. La presión por que el hijo coma los alimentos que ellos han elegido puede derivar en una frustración que influye en el estado emocional del menor y que puede aumentar el nivel de neofobia alimentaria.

Los padres de niños con neofobia tienden a controlar menos la comida que los padres de niños con neofilia alimentaria. Se ha demostrado que los padres básicamente controlan y estimulan mucho pero, cuando llega el momento, se rinden porque el sufrimiento parental está muy presente.

Para que la hora de la comida no sea un mal rato, se recomiendo que los padres sean pacientes, para que los casos de neofobia en niños pequeños no se agraven y que se cree un ambiente relajado a la hora de comer. Además, es aconsejable que los niños participen durante la preparación de la comida y a la hora de hacer la compra, de forma que reciban refuerzos positivos y estén más dispuestos a introducir alimentos nuevos en su dieta.