La Aviación Civil italiana (ENAC) le ha dado un ultimátum a Vueling tras los retrasos y cancelaciones que han sufrido sus vuelos en el aeropuerto de Fiumicino y que han afectado a unas 1.500 personas. Las autoridades alpinas han amenazado a la compañía catalana con retirarle la licencia si no normaliza sus operaciones. Preferente.com
Los problemas para Vueling comenzaron el miércoles cuando se registró un incendio cerca de las pistas del aeropuerto romano, a lo que se sumó el viernes un corte eléctrico que redujo temporalmente su actividad. La falta de atención a los pasajeros, criticada por el propio ministro de Transportes, que aseguró que estaban abandonados “como animales”, levantó una gran polvareda en Italia. Las autoridades alpinas incluso contactaron con las españolas para que instasen a Vueling a recuperar la normalidad y sobre todo a atender debidamente a los pasajeros.
Para acallar las críticas, el director de Producción de la aerolínea catalana, Fernando Val, se desplazó a Roma el sábado y allí aseguró que habían enviado un avión más para recolocar a los clientes afectados, a los que se había proporcionado comida y facilitado hoteles.
“Vamos a establecer una línea telefónica específica en italiano que esté operativa las 24 horas, vamos a reforzar la oficina de ventas con más personal, vamos a seguir trabajando junto con (la sociedad) ADR (que gestiona los dos aeropuertos romanos, Fiumicino y Campino) para evitar que los inconvenientes a nuestros pasajeros se vuelvan a repetir”, afirmó Val.
El directivo aseguró que entendía la preocupación de las autoridades italianas y por eso explicó que “hemos hecho es que la lista de medidas que vamos a implementar, más otras, se la hemos planteado a ENAC para que sepan que hay una reacción inmediata a los problemas que han afectado a nuestros vuelos”.