Alexis Alzuru: El mensaje de Francisco a la oposición

Alexis Alzuru: El mensaje de Francisco a la oposición

Que los idearios constituyen el motor del cambio social es uno de los mensajes que Francisco dejó en su viaje latinoamericano. No por casualidad en una de sus intervenciones apuntó que es la dignidad de la persona la vara con la que se deben medir los modelos económicos, pues no sólo se trata de producción de riqueza. Se puede estar de acuerdo o no con su afirmación, pero lo que no se puede negar es que la frase revela el compromiso que este Papa tiene con los postulados de igualdad e inclusión. Con lo cual se identifica en su discurso otra de las ideas sobre la que tal vez deberían reflexionar quienes adversan al gobierno de Maduro: En este siglo la igualdad y la inclusión son valores que determinan la influencia y receptividad de los líderes en sus comunidades.

Por supuesto, la actuación de Francisco es lo que inyecta el verdadero poder a sus opiniones. Basta ver que reforma a su iglesia con propuestas que son creíbles porque van de la mano con demostraciones que provienen de su vida. El ideario del cambio social exige que las transformaciones comiencen por casa, enseña el apostolado de este sacerdote. Además, sus logros corroboran que el éxito de la renovación que realiza se origina en sus decisiones, no en la publicidad de sus declaraciones.

El mundo de hoy reclama que las prédicas se correspondan con las acciones. La gente está cansada de discursos desprovistos de testimonios concretos. De allí el impacto que en la opinión pública mundial producen los pensamientos del Papa. Entre lo que dice y hace no hay grietas; tampoco contradicciones. La admiración que genera proviene de la coherencia que su actitud registra. Habla de austeridad al tiempo que se despoja de las riquezas que sus antecesores exhibían; promueve la tolerancia y trata por igual con cristianos y musulmanes; homosexuales y heterosexuales. El castigo que aprueba para el delincuente lo solicita para el cardenal pedófilo o corrupto; visita a presidentes y presidiarios.

Por cierto, sería conveniente que los directivos de la oposición tomarán nota de las enseñanzas que está dejando el papado de Francisco. Por ejemplo, que acompañen con hechos la tesis de la unidad popular que promueven; pues a la vista del electorado no resulta congruente que hablen de unidad mientras en sus filas aún mantienen una disputa por la tarjeta única. Tampoco queda bien parada la arenga de la unidad cuando priorizan la discusión sobre los derechos de sus dirigentes por encima de los problemas que están trastornando la vida de las mayorías.

Es cierto que algunos sectores solicitan que el tema de las condiciones legales de algunos de sus directivos se mantenga caliente hasta que se restituyan sus derechos y libertades. Sin embargo, parece contraproducente permitir que esos reclamos ocupen el centro de la campaña. Entre otras cosas porque el debate sobre los postulados del cambio político es el que arrasaría con los candidatos del oficialismo, no el que personaliza la aplicación de los principios y derechos constitucionales.

Corresponde que la oposición evite apellidar la campaña. Su oferta de cambio podrán asociarla con la situación en la que se encuentran algunos dirigentes; pero no irá a ninguna mientras esté desconectada de una visión que apoye la igualdad y la inclusión. Sobre todo, porque la derrota electoral del gobierno supone contar con el consentimiento de la militancia chavista. De hecho, para ganar la mayoría absoluta de la Asamblea la MUD necesitará una corrida de electores; una avalancha en la que el voto socialista será decisivo.

Ahora bien, siempre existirá la posibilidad de que la oposición apueste al triunfo modesto; esto es, a la conquista de la mayoría simple. En ese escenario será muy probable que se exacerbe la arbitrariedad y la acción ilegal del gobierno. De allí el reto que tiene la oposición de revolucionar sus idearios, compromisos y prácticas para obtener una victoria contundente; la mayoría absoluta. En el entendido que con ese logro se conseguiría subir tan solo uno de los peldaños que los venezolanos necesitan para negociar en condiciones paritarias con la inescrupulosa cúpula que administra el Estado.

Alexis Alzuru
@aaalzuru

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