Miembros de la Fundación por la Dignidad Sagrada de la Persona y de la Vicaría de Derechos Humanos de la Diócesis de Ciudad Guayana se reunieron en la redoma El Dorado, en San Félix, para realizar como todos los sábados de fin de mes una protesta contra la violencia suscitada en la localidad. Eldrys Valenzuela/ NPG
Este conjunto de personas se conglomeran al final del mes para efectuar actividades que fomentan la lucha por preservar la vida y que los valores ganen en esta batalla contra la violencia, pues los crímenes en la ciudad parecen no descender, además de los otros episodios de maltrato en los que son fieles víctimas los niños y las mujeres.
A pesar de que el convocatorio es masificada por los medios de comunicación de la ciudad entre otro tipo de herramientas informativas para la colectividad, el flujo de madres y familiares en general cada vez es más reducido, pues en la opinión de Blasina Cordero, miembro de la Fundación por la Dignidad Sagrada de la Persona, “la gente se está acostumbrando a la muerte, cuando no debería ser así”, afirmación que soporta el director de la Vicaría de Derechos Humanos de la Diócesis de Ciudad Guayana, Juan Campos, quien añadió que el grupo era más grande.
La concentración que inicialmente se había realizado en la redoma El Dorado, terminó trasladándose al centro de San Félix, en los alrededores de La Económica, ya que un grupo de milicianos abordaron el frecuente lugar de encuentro para hacer un acto conmemorativo, “no queremos pensar que es a propósito, pero tampoco queremos confrontaciones; así que mejor continuamos la actividad por allá”, respondió Cordero.
Concienciar
A simple viste los habitantes de Ciudad Guayana parecen estar tomando las cifras de homicidios en la localidad con indiferencia, ya que al ser convocados a este tipo de actividades, sobre todo los familiares de las víctimas que se registran a diario en la ciudad, deberían asistir para incentivar a la sociedad a una vida libre de violencia.
“Cero Impunidad” y “25 mil asesinatos en 2014 tienen responsable” son solo algunas de las frases que permanecen en la parte frontal del volante del folleto que entregarían el día de ayer en el centro de San Félix, pues la idea no es que la ciudadanía asimile las muertes, sino que se dé cuenta que lo que sucede en la ciudad es malo y que debe tomar parte en ello, “no hacerse el indiferente”.
De igual manera, el papel reza que “la falta de oportunidades para nuestros jóvenes, el desempleo y el trabajo informal” son parte de las razones por la que los índices de violencia se han incrementado, pues al igual que en otras oportunidades otro de los puntos que no permite acabar con la delincuencia es la desconfianza en los diferentes cuerpos de seguridad del municipio Caroní.
“Mínimo eso es un muerto que acaban de agarrar”, dijo Juan Campos cuando la furgoneta del Eje de Homicidios pasaba por la redoma luego de haber recogido el cadáver de Antonio Alejando Sutton, de 23 años de edad, quien fue baleado en el sector cuatro de Francisca Duarte. Lo que implica para estas personas que el animal de la violencia se ha soltado de las cadenas de la sociedad.
Persistencia
Todos los domingos desde las 8:00 hasta las 9:15 de la mañana madres que han perdido hijos o familiares que han tenido una víctima en manos de un arma dentro de su núcleo, se acercan a la parroquia de Brisas del Sur, donde efectúan reuniones para apoyarse en el momento tan difícil como lo es perder a un miembro de la familia.
El mensaje para todos los ciudadanos por parte de los integrantes de las organizaciones que fomentan el amor a la vida es que “las personas no deben dejar de soñar y tampoco perder la esperanza”, ya que al final de toda esta tormenta criminal, será el futuro educativo y colmado de valores que ayude a salir de esta crisis.
Asimismo exigen que las autoridades gubernamentales establezcan un diálogo con la Fundación y la Vicaría, porque juntos se llegará a una solución para este atroz problema que vive la sociedad guayanesa en estos últimos días, “la muerte no tiene distinción”, señaló Campos, refiriéndose al alto número de funcionarios que han fallecido en actos violentos en casi el primer semestre del año.