Fernando Dámaso: Histeria en Panamá

Fernando Dámaso: Histeria en Panamá

CubanosCastristas

 

El circo montado por la delegación de las organizaciones gubernamentales cubanas al Foro sobre la Sociedad Civil en Panamá, apoyado por su similar venezolana, era de esperar. A estos personajes, acostumbrados a imponer por la fuerza sus criterios, sin escuchar a nadie que piense diferente, les es imposible polemizar, debatir y, menos aún, dialogar. Ellos se limitan a repetir lo que les ordenan decir sus jefes. Acostumbrados a participar activamente en los “mítines de repudio” contra los opositores, siempre protegidos por las autoridades y los órganos represivos, han tropezado con un escenario diferente, donde existe igualdad de respeto para todos, se aceptan las diferencias y los adversarios políticos son solo eso, no mercenarios ni apátridas, porque todos saben que los opositores de hoy serán los gobernantes de mañana y viceversa.





Esta posición fundamentalista es característica de quienes representan los intereses de los gobiernos de Cuba y de Venezuela, verdaderos” pichones de talibanes”, acostumbrados a hablar mucho para no decir nada, y gritar bastante alto, para no dejar escuchar a los demás.

Parece mentira que en este siglo XXI aún existan estos dogmatismos y extremismos, que tienen más que ver con el totalitarismo que con la democracia. De ahí su histeria y las exigencias absurdas, de pedir a las autoridades panameñas prohibir la participación de los cubanos y venezolanos opositores, y hasta llegar a exigir su expulsión del país, y hasta que sean castigados al regresar a Cuba.

Si alguien tuviera alguna duda sobre cómo en Cuba se persigue la opinión ajena, así sobre cómo se violan derechos ciudadanos fundamentales, lo sucedido en Panamá es una buena muestra.

Pretendieron engañar a la opinión pública, tratando de hacer pasar organizaciones gubernamentales disfrazadas de sociedad civil única, y se cogieron la cola con la puerta. Olvidan que, en la era de internet, la mentira ya no tiene siquiera patas. Sus ideas retrógradas, y sus métodos aún más retrógrados de tratar de imponerlas por la fuerza, están pasados de moda y no convencen a nadie con dos dedos de frente.

 

Fernando Dámaso es un bloguero cubano

Publicado originalmente en Mermeladas