Extrañas nubes sobre Marte dejan atónitos a los astrónomos

Extrañas nubes sobre Marte dejan atónitos a los astrónomos

Foto: Marte con el penacho emergiendo en el limbo / tendencias21.net
Foto: Marte con el penacho emergiendo en el limbo / tendencias21.net

Las nubes detectadas sobre la superficie de Marte están causando sorpresa entre los científicos que estudian la atmósfera del Planeta Rojo.

En dos ocasiones distintas, durante los meses de marzo y abril de 2012, astrónomos aficionados informaron del avistamiento de estas formaciones, que superaron una altura de 250 kilómetros. Hasta entonces, diversas naves espaciales en órbita marciana habían observado finas capas de nubes en la atmósfera del Planeta Rojo, pero solo con una altura máxima de 100 km.

¿Cómo se forman otros penachos nubosos?





Las nubes de Marte se forman porque en la tenue, fría y seca atmósfera de este planeta, los vientos arrastran y elevan el polvo desde la superficie hasta los 50 kilómetros de altura. En su seno se forman delgadas nubes de cristalitos de hielo y dióxido de carbono, el principal componente de la atmósfera marciana, que en ocasiones alcanzan, como máximo, alturas de unos 100 km.

Análisis de la nube más alta

Los investigadores  han desarrollado un modelo geométrico para explicar su visibilidad; comprobaron que la nubosidad de 500 kilómetros de extensión horizontal, alcanzó los días 20 y 21 de marzo una altura excepcional, de entre 200 y 250 km sobre la superficie de Marte.

Paralelamente, buscando en el archivo de imágenes tomadas por el telescopio espacial Hubble, encontraron imágenes de mayo de 1997 en las que se observa la presencia semejante a la nubosidad encontrada en el 2012. En este caso, no pudieron determinar su altura con precisión, pero sí medir con más detalle su reflectividad, lo cual ha servido para indagar en la naturaleza del fenómeno.

Interpretaciones plausibles, pero no definitivas

A partir de todas estas informaciones, los científicos han explorado dos posibles escenarios podría tratarse bien de una nube o bien de una emisión auroral.

Es decir, podría, tratarse de una inusual nube cuyo brillo estaría formado por cristales minúsculos. Sin embargo, para que se pudieran formar los diminutos cristales de agua a 200 kilómetros de altura, la temperatura debería caer más de 50 grados respecto a lo que predicen los modelos actuales de Marte.

Otra posibilidad sería que la nubosidad fuera producido por una emisión luminosa, tipo aurora, ya que en la región de Cimmeria existe una intensa anomalía magnética que podría canalizar las partículas cargadas provenientes del exterior y excitar la emisión. Pero esto implicaría una emisión unas 1.000 veces más potente que la de las auroras terrestres, lo que es inviable.

Ambas hipótesis parecen imposibles porque desafían el conocimiento actual de la atmósfera marciana.

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