Morales inicia tercer mandato en medio de nubarrones

Morales inicia tercer mandato en medio de nubarrones

Evo Morales

Evo Morales inicia el jueves un tercer término que lo convertirá en el presidente que más tiempo ha gobernado Bolivia, impulsado por una ola sin precedentes de crecimiento y estabilidad.

Pero tanto él como la nación encaran desafíos económicos que podrían anular muchos de esos progresos y poner a prueba su popularidad.





El legado de Morales dependerá probablemente de cómo capea el temporal causado por un derrumbe inminente de los precios del gas natural, la principal fuente de ingresos por exportaciones.

Entre 2006 y 2014 Bolivia triplicó el PIB a 30.600 millones de dólares, con tasas de crecimiento promedio de 5% al año que permitieron acumular reservas internacionales que superan el 50% del PIB. Ahora que los precios del petróleo están bajando precipitadamente, es de esperar que los ingresos por el gas se resientan también.

“Morales es el presidente que ha tenido más poder económico y político en la historia gracias a la mayor bonanza del país”, dice el profesor de ciencias políticas Marcelo Silva de la Universidad Mayor de San Andrés de La Paz, aludiendo a los altos precios de las materias primas durante los dos primeros mandatos del presidente.

Los partidarios de Morales dicen que llevó a Bolivia al siglo XXI a través de proyectos como un teleférico para La Paz y el primer satélite lanzado con apoyo de China, lo que insufló orgullo al país. En octubre, al mandatario de 55 años fue reelegido con más del 60% delos votos.

Pero hay quienes se quejan de que Morales, que de niño fue arriero de llamas y vivió en una casa de adobe sin electricidad ni agua potable, le ha tomado el gusto a las mieles del poder.

Viaja por el mundo en un lujoso avión Dassault Falcon y poco después de su victoria electoral comenzó a construir un nuevo palacio presidencial de 20 pisos y 31 millones de dólares que tendrá una imponente torre inspirada en los gigantescos monolitos de la antigua cultura tiwanaku y por primera vez un helipuerto. El presidente dijo que el actual palacio, lleno de símbolos europeos, le parecía una “ratonera” que representaba el pasado colonial y que el actual reflejará la cultura indígena.

“Lo que necesitamos es más escuelas”, afirmó Wálter Laredo, quien administra un café de internet en el sitio donde se está erigiendo el nuevo edificio. “Espero que el gobierno de Evo Morales tome mejores decisiones”.

A pesar de los progresos logrados, muchos de los 10 millones de habitantes del país tienen problemas para satisfacer sus necesidades básicas con ingresos anuales promedio de menos de 3.000 dólares por persona.

Una crisis económica podría obligar a morales a reducir gastos públicos y comprometer sus posibilidades de mantener la promesa de mejorar la salud pública y reformar un sistema judicial corrupto. Más de 1.000 jueces y 300 fiscales están siendo investigados o procesados.

A pesar de los progresos al compás de los altos precios de las materias primas, Morales no logró cambiar la estructura productiva dependiente de esas exportaciones y en el último año el país comenzó a sentir el impacto de la baja de los precios. El 2014 cerró con una caída del 2% en ingresos por el gas natural, que representa más del 50% de las exportaciones del país, aún antes de que el precio del energético fuera reajustado a los nuevos precios.

Según el ex ministro de Hidrocarburos Mauricio Medinacelli, si la baja de prolonga, se perderá hasta 1.356 millones de dólares este año, casi 23% menos que los ingresos de 2014.

El ex ministro de Hidrocarburos Carlos Miranda afirmó que la baja de precios constituye “un castigo brutal” para la economía del país.

Los precios de los minerales ya cayeron un 26% el año pasado y entre los más golpeados figuran los mineros informales –más de 100.000–, que le arrancaron el gobierno la promesa de una ayuda de 100 millones de dólares para mejoras tecnológicas que les permita hacer frente a la reducción de precios.

Los efectos más duros se esperan para 2016. Pero el ministro de Economía Luis Arce tildó de “catastrofistas” esos pronósticos. Morales fue más cauto.

“Nos preocupa, pero no tengo miedo. Ahora puede sentirse más, si el precio (petróleo) sigue bajando usaremos nuestras reservas”, dijo al empezar al año. A fines del 2014 las reservas extranjeras eran de 14.400 millones de dólares, tres veces el valor de la deuda externa.

A pesar de los pronósticos pesimistas para la región en 2015, la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) colocó a Bolivia con el mayor crecimiento económico (5,2 este año por debajo solo de Panamá (6%) y República Dominicana (6%).

El mandatario ha cambiado en este tiempo. Es menos belicoso y austero, y en los comicios pasados viró al centro para seducir a las elites agroindustriales del oriente, bastión opositor, lo que le permitió reconquistar a sectores descontentos de clase media.

Su prédica indigenista se moderó. El profesor Silva dice que “no la abandonó, pero la subalternizó porque sabe que es vital para capturar el voto rural, (y) en su lugar privilegió la estabilidad económica y la gestión pública”.

Su partido el Movimiento al Socialismo (MAS) “ya no mantiene su esencia original, ahora es una coalición de sectores económicos que no necesariamente tienen intereses compartidos”, opina el ex canciller Gustavo Fernández.

El contexto regional también es distinto. El bloque izquierdista latinoamericano fundado por el extinto presidente Hugo Chávez afronta su mayor incertidumbre con Venezuela en crisis y el acercamiento entre Cuba y Estados Unidos.

“Al gobierno boliviano le queda bajarse del tren socialista del siglo XXI, lo que no le será difícil, y cambiar su retórica anti-imperialista, y así como se entendió con banqueros y agroindustriales del oriente, tendrá que acercarse a los Estados Unidos y empeñarse en navegar esta crisis con racionalidad y sobriedad”, dice el ex canciller y ex embajador en Washington Jaime Aparicio.

“La clave del éxito de Morales ha sido la estabilidad económica y política” que, de mantenerla en un contexto adverso, podría facilitarle el camino a una posible la reelección, dice Silva.

No será sencillo. Si decide buscar otro mandato, deberá emprender una complicada reforma constitucional, incluido un referéndum que fortalecerá a la dividida y débil oposición. Si opta por la sucesión desatará pugnas en su partido, según analistas.

Morales juramentará ante sus ancestros andinos en un ceremonia simbólica el jueves en la ciudadela arqueológica de Tiwanaku y al día siguiente asumirá oficialmente en La Paz con la presencia de los presidentes de Ecuador, Rafael Correa y de Venezuela, Nicolás Maduro, entre otros, como invitados.

Por CARLOS VALDEZ, Associated Press