Richard Casanova: Corrupción política

Richard Casanova: Corrupción política

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Unos tienen dignidad y otros tienen precio, así son las cosas. La corrupción no es sólo el manejo indebido de fondos públicos, incluye también a esa visión pervertida de la política que hoy ha hecho metástasis en la estructura de poder y ha permeado en ciertas esferas de la sociedad venezolana.

La situación social y económica se hace insostenible y el gobierno está consciente del sentimiento de cambio que recorre al país como un huracán, presiente una derrota en cualquier evento electoral que se convoque, sea una constituyente o las elecciones parlamentarias que están a la vuelta de la esquina. Y saben que su única alternativa es dividir a las fuerzas democráticas, a tales fines apelará a la corrupción política, entre otros recursos como sembrar desaliento y promover la abstención.





Esta corrupción política ha tenido distintas expresiones. Vemos como surgen partidos nuevos, creados por viejos y desprestigiados dirigentes que buscan infiltrarse en la oposición como peones del militarismo. También hemos visto a partidos de larga tradición ?democrática, lanzar por la borda su historia de lucha y colocarse al servicio del régimen.

En efecto, resulta inexplicable promover la “tarjeta única” y después romper con la unidad. Igual que exigir que se convoquen primarias para escoger a los candidatos opositores y después irrespetar sus resultados, lanzando candidaturas fuera de la MUD para facilitar una victoria oficialista. Ante el drama que agobia a los venezolanos no hay explicación racional para colocarse al margen de la unidad, salvo la corrupción política.

La paz y la reconciliación es un noble propósito que los oportunistas suelen confundir y utilizar como excusa para satisfacer su afán de lucro, negociando la esperanza de los venezolanos con las “cúpulas podridas” que han desangrado a la Nación.

?Muchas veces ocultarán su impudicia en el anonimato cobarde, otras solaparán sus miserias en una retórica patriotera pero la corrupción es como la tos, muy difícil de ocultar. La sociedad venezolana debe identificar y repudiar a estos mercaderes de la política que –en tiempo de elecciones- buscarán fracturar el espíritu unitario y dividir a las fuerzas del cambio.

En su momento los denunciaremos, por ahora sospeche de esos presuntos opositores que -en vez de plantarse contra el régimen cubano-militar- disimulan con algunos cuestionamientos al gobierno pero atacan ferozmente a la MUD, a Chuo Torrealba y a algunos líderes opositores. Ni siquiera el chavismo lo hace con tanto encono y si lo hiciera, es comprensible.

Lo injustificable es que tales ataques provengan del campo opositor. Obviamente me refiero a actores políticos, no al ciudadano común, usualmente víctima del poderoso imperio mediático gubernamental y quizás de su natural angustia por salir de esta espantosa pesadilla.

En fin, sí queremos promover un cambio real, tenemos que asumir como esencial el valor de la ética en la política, a la unidad como la única trinchera de lucha y consolidar una inmensa fuerza popular que -parafraseando a Tomás Moro- esté más vinculada por el corazón que por las palabras…. Ya veremos quienes tienen dignidad y quiénes tienen precio.

Por Richard Casanova (*)
Twitter: @richcasanova

(*) Dirigente progresista / Vicepresidente ANR del Colegio de Ingenieros de Venezuela.