Multas millonarias a cinco grandes bancos por manipular el mercado de divisas

Multas millonarias a cinco grandes bancos por manipular el mercado de divisas

Foto Reuters/Suzanne Plunkett
Foto Reuters/Suzanne Plunkett

Londres y Washington impusieron el miércoles multas de 3.200 millones de dólares a cinco grandes bancos internacionales por manipular el mercado de divisas, en un nuevo paso de la gran limpieza del sistema financiero emprendida tras la crisis.

Patrice NOVOTNY/ AFP

Los bancos sancionados son los británicos HSBC y RBS, los estadounidenses Citibank y JP Morgan Chase y el suizo UBS.





Se trata de entidades ya catigadas por la manipulación de la tasa de préstamos interbancarios Libor y que afrontan además otros litigios y sospechas de evasión fiscal.

La Autoridad de Conducta Financiera del Reino Unido (FCA) impuso a cada uno de estos bancos una multa de 310 millones de dólares (250 millones de euros).

El órgano estadounidense que regula los mercados de derivados (CFTC) los sancionó, por su parte, con el pago de al menos 275 millones de dólares (220 millones de euros) a cada uno.

Los bancos han sido multados, entre otras cosas, por haber intentado modificar una tasa de referencia.

La FCA asegura que los cinco bancos “no controlaron correctamente sus operaciones de cambios de divisas del G10”, un panel que incluye las diez monedas más utilizadas en el mundo.

“Las infracciones de estos bancos socavan la confianza en el sistema financiero británico y lo ponen en peligro”, añadió la FCA en un comunicado. Añade que esta mala praxis se prolongó desde principios de 2008 hasta finales de 2013.

Las multas se inscriben dentro de una solución negociada por los reguladores británico y estadounidense con un grupo de seis bancos: los cinco multados el miércoles y Barclays.

Barclays, británico, anunció este miércoles que quiere alcanzar “un arreglo más coordinado” a nivel internacional. Añadió que seguirá negociando con la FCA y la CFTC para obtener un acuerdo global.

En el gigantesco mercado de divisas se mueven unos 5,3 billones de dólares en transacciones diarias, de las cuales el 40% transitan por la City de Londres. Como consecuencia de ello, la mínima inflexión a las reglas de buena conducta genera un efecto de bola de nieve financiera.

“Hoy tomamos medidas severas para acabar con la corrupción de algunos, de manera que el sistema financiero funcione bien para todo el mundo”, se congratuló el ministro de Finanzas británico, George Osborne, que dijo estar decidido a “arreglar lo que funciona mal en los bancos”.

– Escándalos incesantes –

El director general de la FCA, Martin Wheatley, declaró a BBC Radio 4 que se trata de un asunto “muy grave”. “Es grave porque es necesario que el público tenga confianza en los servicios financieros y en los bancos que los proponen, y éstos últimos han fallado”.

Y “no es la primera vez, ya lo vimos con el Libor hace dos años”, recordó Wheatley, llamando a los bancos a “cambiar su cultura y sus prácticas de remuneración”, advirtiendo que los responsables de las malas prácticas serán llevados a juicio.

Siete grupos financieros han sido ya sancionados por la manipulación del Libor.

La persecución de estas malas prácticas “responde a la voluntad de las autoridades de ser un poco más firmes con las fechorías del sector bancario”, responsable en parte de la gran crisis financiera de 2007-2008, explicó recientemente a la AFP Christopher Dembick, economista de Saxo Bank.

“Eso pasa por la reglamentación Basilea III”, el nuevo marco regulador internacional de los bancos, “pero también por una atención particular a la manera de funcionar cotidiana de los bancos”, añadió.

En Estados Unidos, estas acciones de las autoridades se dan justo cuando los bancos empezaban a dejar atrás los litigios ocasionados por los créditos inmobiliarios “subprime”, que les valieron una multa de 13.000 millones de dólares a JPMorgan, por ejemplo.

En el Reino Unido, los bancos afrontan el escándalo -y sus consecuencias judiciales- de los PPI (Payment protection Insurance), unos seguros contra el impago de créditos que imponían a los clientes como si fueran obligatorios.

Solamente Lloyds, por ejemplo, ha apartado de sus cuentas 11.300 millones de libras (14.500 millones de euros, 18.000 millones de dólares) para cubrir los costes de estos casos.