Clooney y Amal se casan este lunes oficialmente en el Ayuntamiento de Venecia

Clooney y Amal se casan este lunes oficialmente en el Ayuntamiento de Venecia

(foto Reuters)
(foto Reuters)

 

Tres palabras («Yes, I do», el «sí, quiero» en el matrimonio español) han hecho de George Clooney (53 años) y la abogada Amal Ramzi Alamuddin (36) simbólicamente marido y mujer. Pero ese primer «sí» delante de casi doscientos invitados es solo una promesa solemne de matrimonio para la ley italiana, porque el acto civil con valor legal será hoy en el palacio Cavalli Franchetti, al lado de Ca Farsetti, la sede del Ayuntamiento veneciano, con rito oficiado por el exalcalde de Roma Walter Veltroni, publica abc.es.

La promesa nupcial con el primer «sí» se celebró el sábado en el Aman Resort, hotel de siete estrellas que ocupa el palacio Papadopoli, del siglo XVI, con fachada al Gran Canal. Pocas noticias han trascendido de la ceremonia, porque la edición americana de la revista «Vogue» tiene la exclusiva por un buen puñado de dólares, que irán a la fundación humanitaria de Clooney. Fue el escenario ideal para un party nupcial, con George en perfecto esmoquin del estilista Giorgio Armani, y Amal de blanco, con vestido firmado por Sarah Burton, la estilista que creó el vestido para el matrimonio de la Duquesa de Cambridge. Se sabe que ese primer «sí» fue de Clooney, recitando la parte del esposo emocionado. Después le tocó a Amal. Un beso selló la unión, entre los aplausos de los amigos, entre ellos Cindy Crawford; Bono, de U2; Bill Murray, Matt Damon, Emily Blunt, Ellen Barkin y la editora de «Vogue America», Anna Wintour. Ocho fueron las damas de honor de Amal, al tradicional estilo americano. Mientras, el padre de George, Nick Clooney, manifestaba a todo el que lo quería escuchar: «No veo la hora de convertirme en abuelo». Y para que nada faltara, Clooney, acompañado por una orquesta de cuerda y un trío de jazz, cantó «When I fall in love» («Cuando me enamoro»), de Nat King Cole. En el hotel Aman también pasaron la primera noche de bodas, en la alcoba Tiépolo, en la que se admiran desde la cama los frescos del artista en el techo de la habitación.





Tras su primera noche, George, con traje gris claro, y Amal, con vestido de encaje blanco y flores de color rosa, se dirigieron al hotel Cipriani, en la isla de la Giudecca, donde continuó ayer la boda con más glamour del año. Su barco-taxi, «Amore», fue seguido por una treintena de embarcaciones de policías, paparazis y equipos de televisión llegados de medio mundo. La ciudad de los canales se ha beneficiado con la boda del año, porque ha ingresado millones de euros. Pero no ha gustado a todos los italianos el ver a Venecia convertida en un set de Hollywood alquilado por Clooney para su marketing; un set en el que Amal, mujer bella e inteligente, con su sonrisa y físico de modelo, le «ha robado» plano y ha sido también gran protagonista.