Gerver Torres: De cómo ganamos la guerra económica

Gerver Torres: De cómo ganamos la guerra económica

thumbnailgervertorresjun2012Recientemente voceros del régimen pusieron al descubierto la guerra que un grupo de agentes de la IV Republica lanzamos desde hace algún tiempo en contra de la economía venezolana. Dado que hemos sido descubiertos, voy a explicar  aquí cómo fue que hicimos y ganamos esa guerra. Para empezar, la jugadamás importante y trascendental de todas fue infiltrar al propio régimen con una gran cantidad de agentes nuestros que lograron las más altas posiciones en cargos públicos para desde allí dirigir la política económica misma. Uno de nuestros más insignes infiltrados (podemos ya  revelar su nombre pues nos lo han descubierto) fue Jorge Giordani. No nos preocupa su salida del gabinete porque nos quedan muchos otros agentes inclusive en más altas posiciones y capaces de hace más daño aún que el personaje en cuestión. Giordani –al igual que el resto de infiltrados que continúan ocultos- entró al gobierno con claras instrucciones sobre lo quedebería hacer para despedazar la economía venezolana. Lo hizo todo al pie de la letra, y con una eficiencia tal que sobrepasó por mucho nuestras expectativas. Ni una invasión militar, ni un intenso y despiadado bombardeo sobre Venezuela hubieran logrado lo que Giordani y el resto de nuestra gente al interior del régimen han logrado hacer. ¿Cuáles eran las instrucciones? Muy simples. Giordani llegó con el mandato expreso de implantar un conjunto de políticas que sabíamos con certeza habían logrado arruinar todas las economías donde éstas se habían implementado y no iba a resultar distinto en Venezuela. Conocíamos bien el veneno.  Deberían comenzar con un control de precios generalizado. Ello era garantía de lo que vendría después; alta inflación y abundante escasez. A continuación pedimos que estatizaran el mayor número posible de empresas. Nuestros infiltrados han logrado hasta la fecha estatizar más de mil establecimientos productivos que ahora, gracias a Dios,  están todos en el suelo, como lo acaba de reconocer un agente del régimen. Empresa que  esté funcionando más o menos bien, hay que estatizarla, les dijimos. Así lo ha han hecho.  También les ordenamos  que crearan un sistema de múltiples tipos de cambio, lo más enredado que fuese posible, de manera de asfixiar el aparato productivo al tiempo que  dejaran  espacios y mecanismos en ese sistema  para que toda la dirigencia del régimen  y sus aliados se entretuviera creando empresas de maletín y se corrompiera hasta la medula de los huesos. Allí, a nuestro juicio,  se les ha ido  la mano. Les pedimos que produjeran periódicamente amenazas y  declaraciones insultantes contra el sector privado,  de manera de mantener alejada la inversión privada y, de esa manera, impedir la ampliación o establecimiento de nuevas empresas y el crecimiento del empleo. Hay que reconocerles a nuestros agentes que lograron espantar totalmente a los inversionistas privados y llevar a niveles estratosféricos el riesgo de invertir en Venezuela. En la lista de tareas asignadas estaba la destrucción desde adentro de PDVSA.  Eso se ha hecho acelerada y eficazmente. El país produce cada vez menos petróleo al tiempo que se vuelve cada vez más dependiente de éste. Es una doble guillotina que nuestros oficiales infiltrados le han aplicado a la economía venezolana. Todo esto es necesario hacerlo –les dijimos- mientras se mantiene un discurso revolucionario, que hable siempre a favor de los más necesitados e invente continuamente conceptos que jamás se traducirán en nada: “zonas de desarrollo endógeno”, “empresas de producción social”, “fundos zamoranos” y muchos otros más. El discurso debe ir por un lado, la realidad por otra, les enfatizamos. Al mirar los resultados globales de la economía venezolana, nadie puede dudar de que hemos ganado la guerra. Pero tenemos más en reserva. Ahora venimos con un paquete de ajustes, que dada su inconsistencia interna y la manera caótica como será implementado, traerá lo peor de los dos mundos. Intensificará las penurias económicas inmediatas, sin ningún beneficio. Ese paquete incoherente será el resultado de una mezcla explosiva de asesoría de bancos de inversión extranjera y  viejos consejeros del Che Guevara. Es así  como estamos logrando  que el régimen  avance a pasos acelerados hacia su propia destrucción.

gerver@liderazgoyvision.org