Politólogo Pablo Antillano recuerda que María Corina Machado sabe a lo que se enfrenta pero asumirá el riesgo. Mariana Bacalao señala que dirigentes que dan la cara lo pagan con la cárcel y manifestantes que protestan incluso con la vida, así lo informó Diario La Verdad
José Gregorio Martínez / Caracas / noticias@laverdad.com
El plan del Gobierno para acabar con la oposición apunta en dos sentidos: La huida y la prisión. Analistas coinciden en que el oficialismo preferiría el primero, pero los principales líderes han optado por pagar con su libertad el alto precio de dar la cara ante una justicia controlada por el Ejecutivo. Ya María Corina Machado anunció que acudirá a la citación de la Fiscalía el 16 de junio por el caso del presunto magnicidio, aunque pueda ser la próxima en la lista de presos políticos.
Ruth Guerrero, politóloga, considera que de acuerdo con los criterios y valores que ha exhibido María Corina Machado, se ve obligada a presentarse y someterse al proceso judicial iniciado en su contra, sea justo o no, ya que de esta manera transmite coherencia con su discurso y se crece su liderazgo.
“Dar la cara refuerza los valores democráticos porque se lanza el mensaje de que las instituciones públicas pueden funcionar aunque al final el resultado no sea el esperado. De esta manera es posible desnudar las fortalezas o las debilidades del sistema de justicia”.
Las experiencias no son gratas. La suerte que han corrido Leopoldo López junto a seis estudiantes, así como los destituidos alcaldes de San Cristóbal y San Diego, Daniel Ceballos y Enzo Scarano, respectivamente, no son un buen pronóstico para Machado. Por otro lado, Carlos Vecchio, dirigente de Voluntad Popular, optó por el exilio.
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