Venezuela se distancia del trabajo decente

Venezuela se distancia del trabajo decente

Foto Archiv

Cuando se habla de condiciones favorables para un trabajador, no sólo se trata de un salario de quince y último, sino que tengan garantía de cumplimiento de sus derechos laborales, seguridad social, capacidad de diálogo, así como la productividad de la empresa para generar más empleo, informa Correo del Caroní.

En Venezuela no ha calado el concepto de trabajo decente; los ciudadanos coinciden en que las características que debe gozar un buen empleo -más allá de una remuneración justa- no se cumplen.

¿Qué panorama hay? Antes de que el Banco Central de Venezuela anuncie el índice de inflación -siempre son los primeros días de cada mes-, el Presidente de la República informa que el salario mínimo tendrá un ajuste de 10 por ciento, que será un aumento entrecomillado, pues está muy por debajo del 32 por ciento que ha perdido el valor del bolívar fuerte en lo que va de 2013. Ello se suma al desempleo, salarios paupérrimos, deficiencia en beneficios laborales como seguros HCM, transporte, bonos de alimentación insuficiente; conflictos en las empresas básicas, la falta de producción, persecución sindical y contratos colecti





vos vencidos.

De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo el concepto de Trabajo Decente fue formulado como una manera de identificar las prioridades de la Organización: “Se basa en el reconocimiento de que el trabajo es fuente de dignidad personal, estabilidad familiar, paz en la comunidad, democracias que actúan en beneficio de todos, y crecimiento económico, que aumenta las oportunidades de trabajo productivo y el desarrollo de las empresas”.

El 7 de octubre de 1997 se hizo el lanzamiento de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente (JMTD), cuyo objetivo es exigir justicia social y empleos dignos.

El término ciertamente sigue siendo algo desconocido para el ciudadano común. Al conocer lo que implica ese trabajar dignamente, las opiniones llevan hoy un mismo punto: En Venezuela no hay condiciones para el trabajo decente.

“Eso se perdió, no lo estamos viviendo, porque ahora ni siquiera conseguimos trabajos, y cuando lo hacemos nos tenemos que conformar con lo poco que recibimos”, es la opinión de Henry Maurera.