Las familias Finol y Sojo estaban muy emocionadas por lo que vivieron en la vistosa instalación del Museo del Béisbol de Venezuela, administrado por la Fundación Deportiva Carlos Cárdenas.
“Me siento muy contento y doy las gracias a todos por este reconocimiento a mi padre”, expresó Dalmiro Finol hijo según refleja el comunicado del departamento de prensa del Museo.
Por su parte, Sojo se dirigió al público completamente emocionado y leyó con voz entrecortada su breve discurso de agradecimiento en el que intentó resumir su carrera: “(…) quién iba a pensar que un muchacho de Petare iba a llegar tan lejos en el béisbol. Yo no lo pensé porque en esos años de niño, la pelota no era prioridad como lo es ahora”, expresó quien dejó promedio vitalicio en la LVBP de .320 (de 3142-1007) y obtuvo cinco títulos de bateo.
“Creo que esta es una recompensa. Me siento afortunado, hasta bendito, de que abran las puertas de un lugar como este, para aceptar lo que dejé en el juego de pelota (…) Jamás olvidaré lo que el béisbol ha hecho por mí y por los míos”, continuó el ahora manager de los Navegantes del Magallanes.
Sojo extendió agradecimientos especiales a su hermano Hernán, al igual que a Ángel Vílchez (entrenador en su etapa en el béisbol menor), a Domingo Carrasquel y a sus compañeros en Cardenales de Lara, Giovanni Carrara, Robert Pérez, Oscar Escobar y Omar Malavé.
