Almodóvar habla sobre su nueva película “Los Amantes Pasajeros”

Almodóvar habla sobre su nueva película “Los Amantes Pasajeros”

(Foto Reuters)

Pedro Almodóvar ha comenzado la promoción internacional de “Los amantes pasajeros”, lo que le sirve para captar las reacciones del extranjero ante su vuelta al humor castizo y una primera impresión sobre las opiniones divididas en España. “Que mi película incomode devuelve la juventud a mi cine”, afirma.

“Mi cine siempre ha sido polémico, aunque no me va la marcha, no es que disfrute con eso. Pero me parece que el hecho de que esta película de pronto resulte incómoda a determinados espectadores y a determinados críticos, no es que me haga recuperar la juventud, porque desgraciadamente no, pero me demuestra que mi cine sigue manteniéndola”, asegura en declaraciones a Efe desde París.

Respecto a la cantidad de referencias sexuales explícitas que contiene la película y que han generado algunas críticas, Almodóvar afirma: “No nos engañemos (….) ¿Voy a hablar yo de que existe homofobia en el mundo o en nuestro país? Yo no me extraño”, añade.





Con la mejor apertura comercial en España en toda su carrera y con 3,5 millones de euros acumulados, “Los amantes pasajeros” despegó ayer en Italia y lo hará la próxima semana en Francia.

Almodóvar reconoce “mucha alegría” por las cifras en su país, pues tenía miedo “no tanto de la desconexión con el espectador, que siempre es un abismo y da mucho miedo” sino a que “el mercado español va cuesta abajo a una velocidad de vértigo”.

De las críticas, dice que en sus últimas dos películas ha tomado la determinación de no leerlas. “Reconozco que me ha liberado enormemente, debería haber empezado a hacerlo antes”, confiesa.

“Es difícil evaluar la fuerza que tiene la crítica en la taquilla (…) pero no solo está ocurriendo con las dos últimas películas. Te hablo de ‘Hable con ella’, ‘Todo sobre mi madre’, ‘La mala educación’ o ‘Carne trémula’, que fuera de España, y ya no se me caen los anillos, son clásicos”.

En la prensa internacional, por el momento, está recibiendo críticas positivas, aunque reconoce que las impresiones durante la promoción pueden ser engañosas.

“La gente que quiere entrevistas es porque le ha gustado la película”, dice por un lado, a la vez que apunta que tiene la tranquilidad de que “hay una base de fanáticos muy sólida tanto en Italia como en Francia”.

En Italia, donde se estrenó ayer y el diario La Repubblica le ha dado cuatro estrellas y media sobre cinco, ha observado que “agradecían enormemente la explosión de libertad que hay en la película justamente por las carencias de ellos”.

Y en Francia, su patria de adopción, llega sabiendo que su prestigio internacional se disparó cuando transitó la parte más dramática de su genio.

“Yo tenía ese miedo con la traducción. Hemos revisado muchísimo los subtítulos, pero siempre son limitados. El miércoles hicimos una proyección para amigos, que vinieron muchas celebrities, como Catherine Deneuve, François Ozon o Jean Paul Gaultier. Tradicionalmente se les hace una proyección privada para que vengan vestidos de diario”.

Aun así, recuerda que “‘Mujeres al borde de un ataque de nervios’ donde menos llamó la atención fue en Francia. La primera pregunta que me hacen son las razones por las que he vuelto a hacer comedia, como si fuera un misterio”.

En cualquier caso, aunque la experiencia es “agotadora”, se alegra de que su cinta se esté difundiendo tan rápidamente por Europa, solo semanas después de su estreno en España y anulando así la posibilidad de ir al Festival de Cannes, donde se exige que las películas a competición sean estreno internacional.

“No he tenido que decidirlo yo, pero me alegro de la coyuntura, porque no creo que fuera una película para Cannes. Espero que no nos lea Thierry Frémaux (director del certamen), que sigue siendo un gran amigo mío. Para volver allí ya habrá tiempo, pienso seguir haciendo muchas películas”, concluye. EFE