Los fundamentos de Moody’s para cambiar la perspectiva de Venezuela a “negativa”

(Foto Efe)

El día de hoy, Moody’s Investors Service ha cambiado la perspectiva de calificación de Venezuela a negativa de estable y ha afirmado las calificaciones de bonos en moneda local y en moneda extranjera de B1 y B2, respectivamente, publicó el portal de Moody’s.

La perspectiva negativa refleja la creciente incertidumbre política y los riesgos asociados a la economía venezolana y a las finanzas del gobierno, ante la incapacidad del presidente Chávez de tomar posesión el 10 de enero. Independientemente de la decisión del gobierno de no convocar a nuevas elecciones, tal como lo indica la Constitución del país, una transición política parece ser inminente –si no se ha iniciado ya.

Fundamento de las Calificaciones





Venezuela está fuertemente expuesta al riesgo que implicaría una transición de este tipo debido a la debilidad de sus instituciones y a la concentración del poder en manos del presidente Chávez. Si bien este riesgo ya se encuentra incorporado en las calificaciones actuales, la perspectiva negativa refleja un aumento en la probabilidad de que baje la calificación si los riesgos de la transición se materializan, provocando el deterioro de otros fundamentos crediticios.

La situación actual ha revivido la posibilidad de que un candidato de la oposición asuma la presidencia e inicie reformas económicas que podrían mejorar el panorama crediticio de Venezuela en el mediano plazo. Sin embargo, sea quien fuere el sucesor de Chávez, e independientemente de qué grupo político represente, los riesgos de corto plazo asociados con la transición política exceden cualquier posibilidad de mejora.

La transición ocurre en un momento particularmente difícil para la economía venezolana, ya que se observó un marcado deterioro en varios indicadores macroeconómicos el año pasado, en particular en las cuentas fiscales.

Las elecciones presidenciales y regionales de 2012 provocaron que el gobierno excediera considerablemente su capacidad de gasto. Moody’s estima que el déficit fiscal de 2012 llegó a casi 11% del PIB en comparación con el 4% registrado en 2011. Aunque el PIB creció un 5.5%, esto fue impulsado en gran medida por el incremento de gastos. Adicionalmente, el Bolívar está cada vez más sobrevaluado, tal como queda evidenciado por la pronunciada suba del tipo de cambio en el mercado negro. Teniendo en cuenta que el sucesor de Chávez, quienquiera que sea, tendrá que afrontar desafíos significativos a su autoridad para gobernar, Moody’s considera que no le será fácil llevar a cabo los ajustes de política necesarios para hacer frente a crecientes desequilibrios.

La perspectiva negativa también considera el riesgo de disturbios sociales. Cuanto más se prolongue la incertidumbre política, mayor será la probabilidad de que ocurran disturbios. La oposición no se mantendrá pasiva si percibe que los Chavistas intentan aferrarse al poder a través de medios no constitucionales.

Dependiendo de cómo se desarrollen los acontecimientos en adelante, tanto la calificación como la perspectiva podrían ser revisadas antes del vencimiento del plazo de 12-18 meses normalmente asociado a una perspectiva negativa. La calificación podría experimentar presión a la baja si el próximo presidente no logra implementar ajustes de políticas significativos con el fin de reducir los desequilibrios macroeconómicos, o si creciente malestar social amenaza la estabilidad del gobierno. La perspectiva podría volver a estable si el nuevo presidente consolida su autoridad e implementa cambios a las actuales políticas que sean suficientes para estabilizar la economía.

La principal metodología utilizada para esta calificación fue Sovereign Bond Ratings publicada en septiembre de 2008. Favor de consultar la página de Credit Policy en moodys.com para obtener una copia de la metodología.

La agencia de noticias Reuters reseñó que Moody’s cambió su previsión de la calificación de bonos del Gobierno de Venezuela a negativa, citando la creciente incertidumbre política y los riesgos asociados a la economía.

El presidente venezolano, Hugo Chávez, está luchando para recuperarse de una cirugía por el cáncer que lo aqueja y ha nombrado a un sucesor potencial en caso de quedar incapacitado.

“Venezuela está fuertemente expuesta a un riesgo de transición a causa de la debilidad de sus instituciones, junto con la concentración del poder en la persona del presidente Chávez”, dijo la agencia calificadora.

“Aunque este riesgo ya está incorporado en las calificaciones actuales, la perspectiva negativa refleja la mayor probabilidad de una migración a la baja en calificación si los riesgos de transición se consolidan, resultando en un deterioro de los fundamentos de crédito”, agregó.

Moody’s afirmó la calificación B1 sobre la moneda local y B2 sobre el bono del Gobierno en moneda extranjera.

“Dependiendo de la velocidad con la que eventos se desarrollen en el futuro, la calificación y la previsión podrían revisarse antes de la expiración del horizonte de tiempo de 12-18 meses que normalmente se asocia con un pronóstico”, dijo Moody’s.

La agencia dijo que Venezuela podría enfrentar una mayor presión a la baja si el próximo presidente no lleva a cabo ajustes significativos de políticas para reducir los desequilibrios y las distorsiones macroeconómicas, o si la agitación civil pone en riesgo la estabilidad del Gobierno.

“La previsión podría estabilizarse si el nuevo presidente demuestra que ha consolidado su autoridad e implementa suficientes cambios en las políticas actuales para estabilizar a la economía”, dijo.